“Los judíos son los causantes de todas las guerras del mundo”, vomitó Mel Gibson hace días, con la misma soltura que se dice “buen día”. Y aún lo están esperando para que aclare qué quiso decir, aunque la frase es más que elocuente.
Quizás Mel, hombre que ya tiene algunos años, adhiera al dicho: “No aclares que oscurece”. Como sea, el actor que ya está promocionando su nueva película Apocalypto, que dicen, será tan polémica como La pasión de Cristo, apareció en público para el preestreno y no abrió la boca.
Aunque el mundo prefiere que Mel calle para siempre, la comunidad judía de los Estados Unidos le cuestiona al actor y director que no haya salido aún a dar las explicaciones a tamañas palabras. El rabino Marvin Hier, del centro Simon Wiesenthal de Los Angeles, declaró que lamenta que Gibson no se acercara a hablar con la comunidad judía, tal como lo había prometido. “Es sorprendente que esperara semanas tras el incidente para hacer una aparición pública y, cuando lo hace, no es para subrayar sus disculpas, sino para vender su película”, criticó por su parte, Abraham Forman, director nacional de la Liga Antidifamación estadounidense.
Lo que el señor de la Liga no sabe, es que justamente, la frase está relacionada con la estrategia de marketing para promocionar la nueva película. Alguien que se lo diga.
