Gertrudis, nuestra mujer del día, es de Helsinski. Ex bailarina clásica, ama de casa, pero también,
asidua navegante de Internet. A través de ese medio, se enteró del problema de las papeleras de
Fray Bentos, y conmovida por la injusta situación, decidió comprometerse.
“No puedo creer las cosas que leí. Que las papeleras iban a contaminar, que iban a
ensuciar el aire. Eso no es posible. Sin ir más lejos, mi hermana vive en Joutseno, al lado de una
papelera y no se huele nada. A veces hay olor a huevo podrido, pero eso es porque de distraída,
olvida tirar la comida vieja de la heladera”, se defiende Gertrudis.
Esta finlandesa estudió durante varios años danza clásica, y asegura que inventó un número
para conmemorar la aparición del sol a la medianoche en el Ártico. “El carnaval es más o
menos lo mismo, ¿no?”, pregunta desorientada.
Es que Gertrudis quiere dar el gran salto. Ya está harta de escuchar hablar de Evangelina
Carrozo, de lo buena que está y de lo bien que baila. Le da mucho odio la repercusión que tuvo
cuando se paseó semi desnuda frente a los presidentes en la Cumbre de Viena. Jilaumisvaraa también
quiere exhibirse con el mismo ropaje, pero apoyando a las papeleras.
“Es una idea que me dio mi marido hace un tiempo. Me dijo: `Querida, tú puedes hacer
algo por la causa de las papeleras. Déjame la cuenta bancaria y la casa y ve a bailar a esos
pueblecillos latinoamericanos ya mismo”, recuerda emocionada.
Gertrudis no estaba convencida, pero hizo la prueba. Fue hasta el borde del océano dispuesta
a bailar. “Tuve algunos problemillas. Había aumentado unas libras desde que dejé la danza y
reventé varios pares de medias y al tutú sólo puedo usarlo de bincha”.
Pero eso no la desanimó. Gertrudis se calzó una tanga de lentejuelas similar a las que usa la
Carrozo y viajó a la frontera con Argentina, para bailar en estas latitudes. “La mallita me
queda bastante bien, aunque extraño el tutú”.
Para desgracia suya, no pudo contar con el apoyo de los artistas locales. “Hablé con
gente de la murga uruguaya, pero no los convenció que bailara El lago de los cisnes, en ritmo de
candombe”.
Ahora, Jilaumisvaraa está en Fray Bentos, buscando el apoyo de las autoridades de las
papeleras. Por ahora no consiguió que la atendieran, pero no pierde las esperanzas: “No sé
por qué siento que me miran con espanto, ya que mi causa genera bastante simpatía entre los
pobladores. Ya hubo muchos que me ofrecieron dinero a cambio de que baile en distintos lugares.
Pero tengo una duda, ¿qué es un cabarute?”.
Ella es Gertrudis Jilaumisvaraa, la mujer del día.