Los sacrificios de Amalia Granata

¿Qué está dispuesta a perder Amalia Granata?

Una noche en la cama ( como se encargó ella de contar con lujo de detalles) junto a Robbie Williams le valió a la inclasificable Amalia súbita fama y no sabemos cuánto dinero por ir a la tevé a contar sus intimidades. Intimidad que tuvo que relegar. Pero en estos casos la intimidad suele tener bajo precio, casi es un bien sin costo, una especie de muestra gratis.

Amalia contó en todos los canales de televisión y en todos los programas, los detalles de su encuentro con el británico, algo que el común de los mortales gurdaría con candado y sólo le daría las llaves del secreto a un par de amigos imprescindibles, para que cada tanto se asomen y den cuenta de nuestros actos.

Después Amalia se siliconó los pechos para estar ten points en octubre, cuando el ídolo pop vuelva a la Argentina con su nueva gira “Close Encounters”. Por lo tanto, Amalia, también perdió su cuerpo original con el fin de recibir renovada a su ocasional admirador.

Amalia no parece muy confiable, digámoslo. Un señor dispuesto a intimar con ella sabrá de antemano que minutos después será noticia en todos los nichos chimenteros y tapa en las revistas del corazón, porque Amalia tiene tendencia a compartir con el público su vida. Esto ya lo sufrió también el tenista chileno Marcelo “El Chino” Ríos:  fue ella quien reconoció a la revista Semanario que habían discutido fuerte “porque hablé de más”.

Eso sí, lo que no está dispuesta a perder son sus horas de estudio del inglés. Williams reconoció que Amalia le mandaba unos mails indescifrables, y que ni siquiera procuraba que alguien le tire un par de frases en inglés. El hombre, confundido con las frases sin sentido de Amalia, terminó por recomendarle que “sólo le mande mails con fotos y que cierre esa linda boquita que tiene”.  Otra de las cosas que la Granata no está muy dispuesta a hacer, y menos ahora que vuelve al país la única causa por la que es conocida: el movedizo Robbie.