INTERNACIONAL
Violencia en Francia

3.7 millones de franceses marcharon contra el terrorismo

Se colmaron diferentes puntos del paíspara repudiar los ataques al semanario Charlie Hebdo.Líderes de todo el mundo se sumaron a la procesión.

Cientos de miles de personas marchan en París en defensa de la libertad.
| AFP.

Bajo consignas de “libertad”, “yo soy Charlie” y “marcha republicana”, las calles de París fueron hoy el escenario de la gran marcha de homenaje a las víctimas de los atentados de esta semana en la redacción de Charlie Hebdo y de la toma de rehenes de un supermercado kosher, ataques que dejaron un saldo de 17 muertos y varios heridos graves.

Según consignaron medios de ese país, el gobierno francés desplegó unos 5.500 efectivos, policías y soldados en el marco del plan antiterrorista Vigipirate (elevado al máximo) y unos 150 agentes vestidos de civil protegerán a las personalidades extranjeras, con el apoyo de motocilistas y francotiradores en los tejados. Sin embargo, el número de manifestantes sobrepasó cualquier previsión y, según la Agencia Francesa de Prensa, llegaron a congregarse cerca de 3.7 millones de personas en distintos puntos del país. 

"Empuñen sus bolígrafos" o "Libertad, igualdad, dibujen, escriban", se lee en las banderas de homenaje a las 17 personas muertas en tres ataques terroristas perpetrados esta semana en París. Doce murieron en el semanario satírico Charlie Hebdo el miércoles, una policía el jueves y cuatro rehenes en un supermercado judío el viernes. Se espera la participación en esta manifestación de cientos de miles de personas, entre ellas unos 50 dirigentes políticos extranjeros.

Entre los asistentes se encontraron a la alemana Angela Merkel, el español Mariano Rajoy, el israelí Benjamin Netanyahu y el palestino Mahmud Abas. Asistieron, además, el italiano Matteo Renzi y el británico David Cameron, y el polaco Donald Tusk.  El canciller ruso Serguei Lavrov y el primer ministro turco Ahmet Davutoglu también confirmaron su participación. Por su parte, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ordenó que el embajador brasileño en Francia se sume a la manifestación.

Bajo un sol radiante en pleno invierno, numerosos manifestantes fotografiaban las flores y las consignas, entre ellas la ahora célebre "Yo soy Charlie", al pie de la estatua de la República, en la plaza del mismo nombre del centro de París, en la que empezará la gran marcha y en la que están instalados ya decenas de equipos de televisión del mundo entero.

Casi todos. Lassina Traoré, un francés musulmán de origen africano, de 34 años de edad, dijo a la agencia de noticias francesa AFP que se manifiesta para "reafirmar los valores de Francia, libertad e igualdad". Esta marcha es "un verdadero signo de la fuerza de Francia. Francia es fuerte, está unida contra todos" lo que cometieron atentados, agregó.

Sin embargo, la ultraderecha francesa, condensada hoy en el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen y su hija, Marine, no participan de la protesta. Días atrás, la mujer, candidata a la Presidencia, propuso un plebiscito para instaurar la pena de muerte en Francia. Mientras tanto, el exdirigente aseguró que, contra la sensación de casi todo el país, rechazaba la consigna más repetida de estos días. “Yo no soy Charlie”, espetó.

La agenda de Hollande. El presidente francés François Hollande asistirá en la Gran Sinagoga de París a una ceremonia de homenaje a las víctimas de los atentados después de la manifestación, según el Elíseo.

Varios representantes de la comunidad judía acudieron este domingo al Elíseo donde reclamaron medidas de protección al gobierno. La presencia de Hollande en la Gran Sinagoga se produce en un contexto de polémica con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que participará en la manifestación parisina, y que afirmó el sábado que Israel es el "hogar" de los judíos de Francia.

El primer ministro, Manuel Valls, le respondió el sábado que "Francia ya no es Francia sin los judíos de Francia". La comunidad judía francesa, preocupada por el resurgir de actos antisemitas, es la primera de Europa y la tercera del mundo tras Israel y Estados Unidos, con entre 500.000 y 600.000 personas.