INTERNACIONAL
Las elecciones en Israel

Abrumador apoyo a los partidos más duros con los palestinos

El proceso de paz en la región está en problemas: los analistas creen que el giro a la derecha de la sociedad israelí endurecerá la relación con los vecinos.

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JERUSALÉN.- La primera conclusión que dejaron los comicios de ayer en Israel es que el proceso de paz en la región tiene escasas posibilidades de éxito: el grueso de los israelíes votó a partidos de derechas, hostiles a buscar acuerdos con los palestinos, sea Benjamin Netanyahu o Tzipi Livni quién llegue al poder.

Nada más conocerse los primeros resultados, los responsables de la Autoridad Palestina presidida por Mahmud Abbas expresaron su pesimismo. "Los resultados de las elecciones indican que Israel no tendrá un Gobierno capaz de hacer lo que se requiere para lograr la paz", declaró el negociador Saeb Erakat.

Si subsistía una ligera duda en cuanto al nombre del próximo primer ministro, entre Tzipi Livni (Kadima, centroderecha) y con más probabilidad Benjamin Netanyahu (Likud, derecha), de este escrutinio se desprende un hecho: con la mayoría de los israelíes votando a la derecha, dicha realidad hace poco probable que un Gobierno avance en el proceso de paz.

"Por lo que toca a los palestinos, nadie habla más de un acuerdo, aparte Livni", comenta Asher Cohen, especialista de ciencias políticas de la Universidad Bar Ilan.

Si la ministra de Exteriores saliente quiere formar gobierno, deberá dar cabida al ultranacionalista Avigdor Lieberman y negociar con este dirigente que quiere liquidar el proceso de paz y hasta propuso utilizar la bomba atómica no hace mucho.

Para el politólogo Menahem Klein, "la sociedad ha dado un giro a la derecha. Por lo tanto, resulta difícil imaginar que un Gobierno esté dispuesto a hacer las necesarias concesiones para alcanzar un acuerdo" con los palestinos.

Esta radicalización empezó hace más de ocho años, dijo, después del fracaso de las negociaciones de Camp David en el 2000 y el inicio de la intifada, la rebelión palestina. "Después llegaron la victoria electoral de Hamas y los lanzamientos de cohetes contra Israel. Desde entonces, la sociedad israelí vive en un bunker.

Según este analista, si Netanyahu es primer ministro, "seguirá hablando con los palestinos, pero no podrá las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo". El campeón de la derecha israelí ha dicho que se opone a toda evacuación de colonias en Cisjordania ocupada, a la repartición de Jerusalén -condición sine qua non de un acuerdo de paz para los palestinos- y aseguró que Israel no volverá a las líneas de 1967.

También ha repetido que quiere "derribar a Hamas, aliado de Irán" en Gaza, y estima que el Gobierno saliente no ha "terminado el trabajo" durante la reciente ofensiva en Gaza.

Pero el gran proyecto, según Netanyahu, consiste en mejorar la vida de los palestinos antes de iniciar discusiones políticas. Palabras vacuas", según el editorialista jefe del gran diario Yediot Aharonot, Sever Plotzker. "¿Cómo se puede mejorar la vida diaria de los palestinos sin retirar las barreras? ¿Sin permitirles circular libremente?"

"¿Y cómo piensa ayudar realmente el Gobierno Netanyahu a la economía palestina, cuando los miles de millones de dólares entregados por la comunidad internacional no han dado nada?", añade.

La última esperanza de los palestinos sigue residiendo en una presión fuerte de la administración norteamericana Barack Obama sobre Israel. "Los norteamericanos van a intentar dar un impulso al proceso de paz, pero no será fácil. No podrán forzar a Israel", estima Ali Jerbawi, profesor de ciencias políticas en la universidad de Bir Zeit.

Para Klein, los esfuerzos norteamericanos también podrían estrellarse contra la realidad palestina. "En el lado palestino también hay problemas porque está dividido y débil.

 

Fuente: AFP