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Acorralado por las críticas, el chavismo dio marcha atrás con su golpe judicial

A pedido de Nicolás Maduro, el Tribunal Supremo de Justicia suprimió las sentencias con las que había asumido los poderes del Parlamento y dejado sin inmunidad a los legisladores.

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Protagonistas. El titular de la corte, Maikel Moreno, anuncia la supresión de las sentencias. La oposición salió a las calles y Maduro pidió “diálogo” para superar la crisis que vive el país. | Cedoc Perfil
El máximo tribunal venezolano dio marcha atrás ayer y suprimió las dos sentencias con las que esta semana había asumido las facultades del Parlamento, dominado por la oposición, y limitado la inmunidad de los legisladores.

La decisión surgió por un acuerdo entre representantes de los poderes públicos –excepto el Legislativo– convocados por el presidente Nicolás Maduro tras el rechazo internacional que desataron los fallos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Acusado de servir al gobierno, el TSJ “suprimió” partes de las sentencias, incluida una que confería amplios poderes a Maduro.

El tribunal tomó la decisión después de que Maduro se reuniera en la madrugada con el Consejo de Defensa Nacional y lo exhortara a revisar las sentencias 155 y 156, que la Asamblea Nacional califica como un golpe de Estado.

El TSJ negó ayer que hubiera disuelto el Congreso, tras modificar las sentencias con las que había asumido las competencias del Poder Legislativo.
“Las decisiones emanadas por el TSJ no han despojado al Parlamento de sus funciones, así como tampoco lo han disuelto o anulado”, afirmó un comunicado leído por el presidente del tribunal, Maikel Moreno.

La corte, agregó Moreno, también “reconoce la inmunidad parlamentaria como una garantía de la función de la actividad legislativa, con las limitaciones” que fija la Constitución.
El TSJ justificó esas medidas en el estatus de “desacato” en que declaró a la Asamblea hace más de un año, aduciendo que no desvinculó formalmente a tres legisladores opositores acusados de fraude electoral.

La oposición, que había denunciado un “autogolpe”, advirtió que la irregularidad persiste. El presidente del Parlamento, Julio Borges, aseguró que los dictámenes del TSJ consumaron un “golpe de Estado” que se mantiene pese a la supresión parcial de su contenido, por lo que “no ha habido cambio”.
Por su parte, el jefe de la bancada opositora, Stalin González, anunció que el martes propondrá a la cámara destituir a los magistrados por haber cometido un delito penal.
Sin embargo, Moreno advirtió que “el Poder Judicial no demostrará pasividad ante los ataques de los cuales pudiéramos ser objeto por parte de factores nacionales e internacionales, que hoy se alzan con una vocería tendenciosa y desconocedora de la soberanía nacional”.

Ruptura. Maduro anunció la convocatoria del Consejo de Defensa Nacional después de que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, considerara que las sentencias provocaban una ruptura constitucional.

El Consejo exhortó al TSJ a revisar las decisiones 155 y 156 para “mantener la estabilidad institucional y el equilibrio de poderes mediante los recursos contemplados en el ordenamiento jurídico venezolano”.

El Consejo también invitó a la oposición a incorporarse a las conversaciones promovidas por Maduro, con el auspicio de la Unasur, el Vaticano, y los ex presidentes panameño, Martín Torrijos, dominicano Leonel Fernández y español Rodríguez Zapatero.

Borges, el presidente de la Asamblea, calificó el Consejo convocado por Maduro y compuesto por las principales instituciones del país de “circo” para fingir normalidad en el país, y pidió salir a las calles a protestar.

“Nicolás Maduro dio un golpe de Estado”, escribió en Twitter. “Ahora que el mundo entero nos acompaña, los venezolanos debemos salir a las calles a exigir respeto a la Constitución”.