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Así es el único hotel en el mundo dedicado a la salchicha

El "Bratwursthotel" es el sueño hecho realidad del vendedor de embutidos Claus Böbel. Qué lo inspiró.

Hotel Salchicha 01302019
Edificio del llamado Wursthotel (hotel de salchichas) en Rittersbach, sur de Alemania. Lo que suena como una pesadilla vegetariana es el audaz sueño hecho realidad de Claus Boebel, un carnicero de tercera generación y propietario de lo que él llama el primer y único hotel de salchichas del mundo. | AFP

Claus Böbel es la cuarta generación de vendedor de embutidos de su familia y para honrar la profesión que lleva en la sangre decidió compartir su afición por las salchichas con el resto del mundo. Así fue como el empresario fundó el primer y único hotel dedicado a la salchicha que existe.

El "Bratwursthotel" fue construido en un pueblo a 40 minutos en auto al sur de la ciudad de Núremberg. Desde que se inauguró en septiembre, logró atraer a clientes locales, europeos y de fuera del continente. 

La salchicha sirvió de inspiración para la decoración del establecimiento, que integra el menú, pasando por el papel de las paredes, el jabón de ducha y las almohadas. Cada detalle está estudiado, desde el perchero que imita los cuchillos de los carniceros hasta las puertas de cristal de los baños donde hay un cerdo gigante dibujado. 

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La salchicha sirvió de inspiración para la decoración del establecimiento.

El hotel dispone de siete habitaciones y dos espacios de conferencias distribuidas en una casa de piedra con mucho encanto. La religión del cliente no supone un obstáculo, pues el menú incluye salchichas de ternera para aquellos que no consuman cerdo. 

Una pesadilla hecha hotel para los vegetarianos pero un sueño cumplido para Böbel. De hecho, el vendedor de embutidos decidió construir el hotel para mantener con vida la carnicería y tienda de embutidos local.

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El hotel dispone de siete habitaciones y dos espacios de conferencias distribuidas en una casa de piedra con mucho encanto.

Como el cualquier otra parte del globo, muchos de los pequeños comercios provinciales luchan por sobrevivir ante la competencia de los grandes supermercados, con precios más bajos y descuentos. A esto, se añade un declive del consumo de carne en los últimos años, en un contexto de escándalos alimentarios sucesivos.

La familia Böbel produce y vende salchichas en este rincón de Alemania desde el siglo XIX. Pero los germanos, que tienen fama de ser grandes consumidores de carne, cambiaron sus hábitos alimentarios y el consumo de ese producto cayó un 8% desde 1991

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El menú del hotel incluye salchichas de ternera para aquellos que no consuman cerdo. 

"Quiero mostrar que las tiendas de los pequeños artesanos como la mía pueden sobrevivir cuando se tienen ideas inteligentes. Además, me gusta la vida en el campo y más que irme, quiero atraer a los clientes aquí, a Rittersbach", contó Böbel, de 48 años, sentado en un taburete con la forma de una conserva de salchicha picada.

Además del hotel, el empresario cuenta con un servicio de "taxi de salchicha" en el que reparte especialidades por las estrechas calles de la localidad y hasta abrió una página web para vender sus productos en todo el mundo. 

AFP / B.D.N./FeL