INTERNACIONAL

Barack Obama contra las cuerdas

La aprobación del presupuesto en los Estados Unidos enfrenta en una nueva lucha a demócratas y republicanos. Cómo repercutirá en su administración.

Los republicanos quieren un recorte de gastos de 33.000 millones dólares con el objetivo de reducir el déficit.
| AFP

Obama sabe que lo están cercando y ve peligrosamente el precipicio. Así se sienten los demócratas frente a la presión republicana en el Congreso, el cual, desde el 2010, cambió de manos. La "apretada" presupuestaria que viven esta semana es la mejor demostración.

Las prórrogas se fueron venciendo para aprobar el presupuesto. El mismo hace semanas que se discute y sin presupuesto no hay "gastos federales aprobados", o sea, se para el país del Norte bajo su sistema de leyes. Es posible que la sangre no llegue al río, pero aquí se nota, en las tensas reuniones, que los demócratas están ya cogobernando con la oposición.

Los republicanos pedían que la Administración Obama practique un recorte de gastos de 33.000 millones dólares con el objetivo de reducir el déficit y evitar con ello una rebaja de las calificadoras, que pueden inclusive reducir el rating AAA que siempre tuvieron los bonos federales.

Reducir gastos para Obama es algo que él mismo esperaba y hasta proponía, pero quiso evitar cortar algunos programas federales que el país necesitaba para generar trabajo, al menos para mantener la economía viva. El presidente siempre se ha resistido a pasarles el lápiz rojo.

Si no hay un acuerdo, y hasta ayer a la noche no lo había, podrían perder su empleo casi un millón de norteamericanos. No sería la primera vez que Estados Unidos vive una situación de este tipo de excepcionalidad, ya que Bill Clinton tuvo que enfrentarse a un cierre presupuestario durante varias semanas, en 1995.

Mientras Obama ya es candidato para el 2012, los republicanos están en plena ebullición. Pero saben que el poder del presidente está limado. Esta caída de imagen de Obama que ya llega al 43% de aprobación, es la preocupación más grande que tienen los demócratas. En los dos años y medio de Obama, Estados Unidos sigue con proyecciones económicas limitadas, contando mes a mes cuantos empleados han sido incorporados, luego del masivo despido producto de la crisis recesiva de los pasados años.

Si se produce el "Shut Down," tal cual le llaman al "parate total" del Estado, varias oficinas trabajarán a media máquina. Es posible que no haya créditos oficiales, no se harán pasaportes, no se procesarán planillas de impuestos, el servicio exterior será reducido, cerrarán los museos nacionales y se cancelarán todos los eventos patrocinados u organizados por el gobierno federal. Sólo los servicios básicos funcionarán, ya sea seguridad o la justicia, o el ejército, pero saben las tropas que si no hay dinero, tendrán que resignarse los pagos, y quizás por semanas no cobren.

"Es una situación que afectará enormemente al ciudadano, y ni hablemos de la economía" decía ayer un funcionario en la rueda de prensa de la Casa Blanca. Lo que no decía es que a Obama lo tienen los republicanos apretado contra las cuerdas. Aúnque no lo admiten los demócratas en público.

(*) Especial para Perfil.com.

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