La tormenta del "Niño" afecta desde hace meses a ocho de las nueve provincias. Ya hay
35 muertos y más de 50.000 damnificados. Varios países enviaron ayuda humanitaria,
incluída la
Argentina.
En su primer paquete de decretos del ao, Morales decidi pedir visa a los estadounidenses para ingresar a Bolivia |
Cedoc
La Paz - El gobierno boliviano declaró alerta máxima y la movilización de tropas militares para paliar los efectos de "El Niño" que desde hace dos meses golpea a ocho de las nueve provincias de este país y dejó 35 muertos y más de 50.000 damnificados.
"Se ha declarado alerta máxima. Las Fuerzas Armadas desde hoy están movilizadas. Todas las unidades de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional están a disposición de Defensa Civil", afirmó este viernes el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
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“Todos los vehículos del Ejército, los aviones de la Fuerza Aérea y las embarcaciones de la Fuerza Naval pasarán a disposición de los equipos de emergencia y rescate”, agregó. La decisión ha sido tomada en reunión del Gabinete de Ministros, en la que intervino el presidente Evo Morales, ante las inundaciones que afectan las regiones de Santa Cruz y Beni, las lluvias en Cochabamba, Chuquisaca y Tarija y las heladas y granizadas en las provincias occidentales de La Paz, Oruro y Potosí.
El Gabinete también se declaró en " estado de emergencia permanente" y desplazó a sus miembros a todos los departamentos, incluido Pando, en el extremo norte amazónico, que soporta lluvias menos fuertes.
“El gobierno de Morales dispuso el desembolso de 15 millones de dólares para ayudar a los municipios que sufren los embates de los temporales y la compra de tres helicópteros de emergencia que podrían ser los rusos MI-17, los americanos Chinook o los Superpuma franceses”, complementó Quintana.
Según datos oficiales, el temporal ha dejado en los dos últimos dos meses 35 fallecidos y 52.687 damnificados, principalmente por inundaciones y deslaves, afectando a ocho de los nueve departamento del país.
Las rutas neurálgicas entre la rica provincia oriental de Santa Cruz y el occidente boliviano están seriamente dañadas y un camino vital está cortado por lluvias que han destruido trechos de la plataforma y ha obligado a un trabajo permanente de rehabilitación, aunque aún inútil, informó en un comunicado al estatal Administradora Boliviana de Caminos.
La provincia de Santa Cruz, que concentra millonarias inversiones agroindustriales, también sufre el corte de una ruta importante que la conecta con el norte argentino, en la comarca de Villamontes, a 1.200 km al sudeste de La Paz, que ha interrumpido temporalmente el tránsito de pasajeros y carga.
Las inclemencias del tiempo han motivado que los gobiernos de los Estados Unidos otorguen 500.000 dólares de ayuda y España otros 100.000 en materiales para paliar las angustias de familias damnificadas, principalmente en poblados del oriente amazónico afectados por inundaciones.
El presidente argentino Néstor Kirchner ordenó en la víspera el envío de un cargamento de frazadas, carpas y pastillas para potabilizar más de un millón de litros de agua con destino a Santa Cruz. Venezuela también ha enviado un avión carguero con toneladas de alimentos.
El estatal Servicio Nacional de Meteorología de Hidrología, en su informe oficial de este viernes, pronosticó para los próximos tres días "el ingreso de un frente frío que ocasionará descensos de temperaturas y precipitaciones con tormentas eléctricas moderadas a fuertes, en su recorrido por el territorio nacional".
