INTERNACIONAL
habla de intervencion militar

Bolsonaro insiste en que en 1964 no se produjo un golpe de Estado

20190405_1400_internacionales_CP41 Agencia Afp
Saludo. Ex capitán, enfrenta una caída de la popularidad. | afp

El gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, envió una carta a Fabián Salvioli, relator especial de Naciones Unidas para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición, en la que defiende la intervención militar de 1964 y reafirma su polémica afirmación de que no se trató de un golpe de Estado.
La misiva señala que la actuación militar era necesaria para hacer frente a una “creciente amenaza del comunismo en Brasil”, informó la prensa local, que tuvo acceso a su contenido.
Las autoridades brasileñas aclararon así cuál es el punto de vista del presidente sobre lo que pasó entre 1965 y 1985, a lo que nunca se refiere como dictadura, aunque han recalcado que esto no justifica casos de violación de los derechos humanos en el país durante la dictadura.
“La conmemoración del 31 de marzo por parte de las Fuerzas Armadas no pretende justificar ni tolerar violaciones de los derechos humanos. Al contrario, somete a debate público una fecha histórica importante en la historia de Brasil”, sostiene la carta.

Reacción. A finales de marzo, Salvioli instó al gobierno de Brasil a reconsiderar sus planes para conmemorar el aniversario del golpe de Estado que en 1964 dio inicio a una dictadura de más de 20 años, lo que suscitó una fuerte reacción por parte de las instituciones y la sociedad civil.
“Conmemorar el aniversario de un régimen que provocó tanto sufrimiento a la población brasileña es inmoral e inadmisible en una sociedad fundamentada en el Estado de derecho. Las autoridades están obligadas a garantizar que estos crímenes horrendos no sean olvidados, distorsionados o dejados sin castigo”, indicó el representante de la ONU.
En este sentido, el relator afirmó que “cualquier acción que pudiera justificar o aprobar las graves violaciones durante la dictadura reforzará la impunidad que los responsables han disfrutado en Brasil, socavará los esfuerzos para evitar que esas violaciones se repitan y debilitará la confianza de la sociedad en las instituciones públicas y el Estado de derecho”.
Bolsonaro, que llegó al poder el pasado 1 de enero, ya había recibido críticas con anterioridad por hablar de forma positiva sobre la dictadura.

Cae la popularidad. La aprobación del presidente Bolsonaro cayó cinco puntos respecto de enero y se ubica en 35 por ciento en la primera encuesta divulgada tras la polémica por el golpe de Estado.
   Según el sondeo telefónico, publicado ayer por la consultora XP,  la imagen óptima y buena del mandatario pasó del 37% en febrero al 35% en marzo pasado.
Los números de la consultora XP indican una declinación más suave de la aprobación que la indicada por otra, de la agencia Ibope, que mostró una caída del 49% de apoyo en enero al 35% en la primera quincena de marzo.
Por otra parte, el informe presentado ayer reportó que los brasileños tienen un 26% de imagen mala o pésima  del presidente, frente al 17% medido en enero.
Entretanto para el 62% de los encuestados, Bolsonaro, ex capitán del Ejército,  representa “la nueva política” que rompe con los dirigentes tradicionales y la corrupción que azota al país.

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