INTERNACIONAL

Cabello, el conductor del chavismo hacia la transición

El titular de la Asamblea Nacional asumirá como presidente y deberá organizar la transición.

Cabello y Maduro, los dos presidenciables si Chávez no vuelve al poder.
| AFP.

Tras una agonía que duró casi tres meses luego de la cuarta intervención quirúrgica contra un cáncer en la zona pélvica que lo aquejaba desde 2011, la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez abre en Venezuela un panorama político que quiebra cualquier análisis. Con la falta física del mandatario, la tarea de llevar el país hacia un nuevo llamado a elecciones está desde ahora en manos del titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

En enero, pocos días antes de la asunción virtual de Chávez, el presidente de la Asamblea Nacional se reía de los pedidos de la oposición para que asumiera la presidencia temporal. "¡Quién diría!", exclamaba quien hoy aparece como la encarnación de la esencia del chavismo original. Reelecto al mando de la AN el 5 de diciembre, Cabello deberá asumir interinamente el cargo y convocar a elecciones anticipadas en un plazo no mayor a 30 días.

Con 49 años, este exmilitar participó junto a Hugo Chávez del fallido golpe de Estado en 1992 y es, hoy, uno de los principales pilares del modelo chavista.

Cabello fue uno de los fundadores del oficialista PSUV, tras la disolución del MVR. Durante la primera presidencia de Chávez, ofició como ministro de la Secretaría de la Presidencia, vicepresidente, ministro de Interior y Justicia, director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y ministro de Obras Públicas.

Por años, gobernó el estado de Miranda, hasta 2008, cuando fue derrotado por el líder del MUD, Henrique Capriles Radonski.

Además de tener una sólida relación con los gobernadores, el funcionario conoce de cerca las crisis institucionales del país: no sólo participó junto a Chávez en el frustrado levantamiento militar del '92, sino que asistió al mandatario en el levantamiento de 2002. Durante algunas horas, Cabello asumió la Presidencia de la Nación, tras la renuncia del empresario Pedro Carmona.

A tan sólo un mes del viaje del jefe de Estado venezolano a Cuba, las internas entre Cabello y Maduro no se hicieron esperar. Y, a pesar de que ambos prometen actuar en bloque ante los ataques de la oposición, han mantenido sucesivas reuniones tanto en Caracas como en Cuba, siempre acompañados por otros funcionarios nacionales.

De momento, Cabello se aferra a la Asamblea, y desde allí da batalla, tanto contra quienes no lo apoyan en el PSUV como contra la oposición. "Si esta Asamblea Nacional creen ellos que la van a usar como un sitio de conspiración los vamos a enfrentar en el terreno que ellos quieran, no hay conciliación posible con esa derecha perversa", aseguró días atrás. "¿Diálogo? llaman al diálogo ellos, un diálogo mentiroso, el diálogo lo tenemos nosotros con el pueblo en la calle, con los más pobres, con los que nunca han sido atendidos, el diálogo es directo del Comandante con el pueblo", aseveró.

"Sería una traición permitir que en la Asamblea Nacional haya espacio para la contrarrevolución", remarcó el exmilitar.

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