INTERNACIONAL
La crisis en EE.UU.

California y otros estados respirarían con el dinero que Obama y Biden piensan repartir

Schwarzenegger dijo que espera "ansiosamente" la ayuda federal, pero otros gobernadores republicanos rechazan el plan de estímulo. Galería de imágenes.

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| EFE

Obama comenzaría pronto a enviar dinero a las alicaídas economías de los Estados que forman parte de la Unión norteamericana. Parte del aprobado paquete de casi 800 mil millones servirá para rápidamente reforzar “las deficitarias tesorerías estatales”, que en la crisis pasan por un delicado momento.

El gobernador republicano Arnold Schwarzenegger ha sido uno de los pocos que ha visto con buenos ojos el paquete de estímulo del Presidente Obama, y ha dicho que espera ansiosamente dicha ayuda federal.

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Y no tuvo problemas inclusive de enfrentarse a otros gobernadores republicanos, como Mark Standford de Carolina del Sur, que está en contra del programa propuesto desde Washington, al igual que varios otros. “Si el Gobernador Standford no quiere el dinero, yo desde acá le digo, que estoy más que contento en llevarme su parte también” dijo Schwarzenegger en un programa de televisión.

“Creo que Obama necesita gente que colabore con él. Necesita jugadores en equipo” afirmó, rompiendo de alguna forma con la postura de su partido. Hay que recordar que el gobernador californiano está pasando por una terrible crisis política pues California tiene un déficit de casi 40 mil millones de dólares. Con el paquete el “Golden State” podría recibir hasta unos 60 mil millones de dólares en ayuda federal, ya que ni los bancos quieren prestarle dinero.

Algunos gobernadores republicanos moderados acompañan a Arnold en su postura, como ser el gobernador Crist de la Florida o el gobernador Douglas de Vermont. Pero algunos más conservadores, como el gobernador Barbour de Mississippi o el gobernador Jindal de Louisiana, han dicho que mandarían el dinero de vuelta a Washington, ya que creen que el paquete de Obama generará aumentos de impuestos, algo que Obama no ha negado para ciertos casos.

El paquete de Obama ayudaría a pagar sueldos, reestablecer proyectos de infraestructura ahora suspendidos y pagar parte de los compromisos con los proveedores que están atrasados en los pagos. De los 50 Estados, hay ya 42 que se han declarado en recesión, y si los gobernadores no aceptaran la ayuda fiscal, podrían tener un duro embate en las Cámaras legislativas de sus territorios, afirman los analistas políticos.

Obama tiene entre sus planes reducir a la mitad el déficit fiscal para el año 2010, llevándolo a 530 mil millones de dólares, alrededor de un 3 por ciento del producto bruto de la nación norteamericana. Pero Obama sí anunciaría prontamente nuevos aumentos en los impuestos para las clases sociales más pudientes, e inclusive podría tocar el tema en un discurso a darse en directo este martes desde el Capitolio.

Mientras tanto el fin de semana en una cena con 150 invitados, incluyendo a todos los gobernadores, Obama dijo que la ayuda federal “no sería un cheque en blanco” instando a los ejecutivos estaduales a cuidar el equilibrio de los gastos. El vicepresidente Joe Biden ha dicho que “observará” como se utiliza el dinero, en una nueva tarea “de contraloría” que le han tácitamente asignado.

Un punto a comentar es como en las distintas ocasiones se puede ver a Obama rodeado de su veterano vicepresidente para muchas de las presentaciones y las discusiones que se están llevando adelante. El presidente Obama ha designado al vicepresidente Biden para que “monitoree” cada dólar que se va a gastar en el paquete de ayuda, tarea que inclusive va a poder revisarse en un sitio online. Además fue Biden el primero que primero pisó Europa desde que se estableciera el gobierno de Obama, tratando de explicar los ideales de cambio de la nueva administración, mientras que Hillary por su parte, visitaba el Lejano Oriente. Y fue Biden el que les habló a los gobernadores en la cena de Gala en la Casa Blanca.

Pero Biden se ha hecho famoso por “dar opiniones”, algo que a veces ha puesto en aprietos a Obama, como por ejemplo cuando dijo le había dicho al Presidente que “el plan podía tener un 30 por ciento de chances de fracasar”, frase que luego Obama dijo “no recordar” en una conferencia de prensa.

 

(*) Especial para Perfil.com