París – Cerca de 60 países de América, Europa, África y Asia se comprometieron hoy a
luchar contra el reclutamiento de niños para enfrentamientos armados, al concluir en París
la cumbre
“Liberemos a los niños de la guerra”, prometiendo localizar y
desmovilizar a niños soldados y a castigar a sus reclutadores.
La medida fue tomada por unanimidad por las
58 naciones,
entre las que no se encuentra Estados Unidos, que asistieron
al encuentro que reunió al menos a 300 participantes de organizaciones no gubernamentales,
instituciones internacionales y gobiernos.
Los Estados participantes firmaron el
Compromiso
de París, que aunque de carácter no vinculante legalmente, los compromete a
desistir del empleo de niños soldados y a implementar políticas públicas que faciliten su
reinserción en la sociedad. Estos principios serán presentados ante la próxima Asamblea de Naciones
Unidas en Nueva York.
“Es la primera vez que un grupo importante de Estados se compromete solemnemente a
aplicar y respetar los principios de la lucha contra la utilización y el reclutamiento de niños en
conflictos armados”, afirmó el ministro francés de Exteriores, Philippe
Douste-Blazy, al finalizar la reunión.
Entre los países que
firmaron el convenio figuran diez de los doce en los que Naciones Unidas detectó que
existen niños soldados: Uganda, la República Democrática del Congo, Chad, Sudán, Burundi,
Somalia, Sri Lanka, Nepal y Colombia. El resto de las naciones que fueron denunciadas por la ONU
–Birmania y Filipinas– no participaron del encuentro.
Los acuerdos retoman y dan peso político a los llamados Principios de París, que actualizan
los elaborados por las ONG y otros organismos humanitarios hace diez años en Ciudad del Cabo.
Entre otros puntos importantes,
la cumbre hizo hincapié en los casos de las niñas soldados que llegan a constituir el 40
por ciento de los menores en ejércitos y son doblemente víctimas, pues sufren de explotación sexual
durante el reclutamiento y al recobrar la libertad, ellas y sus hijos –fruto de
violaciones– son rechazados en sus comunidades.
El texto del acuerdo, que
define como niño soldado a todo menor de 18 años reclutado o
utilizado por una fuerza o un grupo armado aunque no participe directamente en hostilidades,
enfatiza la necesidad de financiamiento a largo plazo de programas de reinserción y dispositivos de
prevención.
Además,
el documento sostiene que los menores detenidos por crímenes deben ser vistos
“primero como víctimas y no sólo como presuntos culpables” y ser tratados "en un marco
de justicia reparadora y reinserción social”.
Se estima que existen en el mundo entre
250 y 300 mil niños y jóvenes que son obligados a alistarse en las milicias o en otros
grupos armados para combatir en los ejércitos de sus países.
Con respecto a América Latina –según estimaciones de Human Rights Watch–, se
calcula que “al menos uno de cada cuatro combatientes irregulares de Colombia es menor de 18
años”.
De acuerdo a los convenios firmados con anterioridad en Ginebra, la edad mínima para
alistarse en un Ejército es de quince años aunque, sin embargo, miles de niños no la alcanzan y son
reclutados por distintos grupos armados.
Fuente: Télam