El Presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió a su par estadounidense, Barack Obama, en el marco del restablecimiento de relaciones tras cinco décadas entre ambos países. Ambos mandatarios coincidieron en "trabajar desde las diferencias que tenemos y que vamos a seguir teniendo, porque somos dos naciones muy distintas".
"Existen profundas diferencias que no van a desaparecer, tenemos concepciones distintas en muchos temas como los modelos políticos, la democracia, los Derechos Humanos, justicia social, relaciones internacionales, paz y estabilidad social", expresó Castro. Además advirtió que "mucho más podría hacerse de levantarse el bloqueo económico-financiero de los Estados Unidos.
En el mismo sentido aseguró que Cuba "reconoce el gesto del Presidente de pedirle al Congreso que deje sin vigor el bloqueo" porque esta medida "provoca consecuencias negativas para Cuba y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial". También estimó que "su eliminación será esencial para la normalización de las relaciones bilaterales" y sostuvo que las medidas tomadas por la administración de Obama "son positivas pero no suficientes" y que "hay otras medidas que deben ser suprimidas".
Sobre otros temas que abarcan a toda la región, destacó que "estaba previsto abordar nuestra preocupación por desestabilización en Venezuela", que consideró "contraproducente para el ambiente en todo el continente". Y afirmó que si llegaron a dialogar "sobre la marcha del proceso de paz en Colombia".
En otro orden, manifestó: "Defendemos los Derechos Humanos y no concebimos que un gobierno no defienda ni garantice el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, el crecimiento y desarrollo, al salario digno y al derecho de los niños". Por eso, estimó que será "productivo mantener este diálogo que iniciamos".
Obama, a su turno, explicó: "Hay una nueva relación con Cuba y esto interesa a los dos países. Este es un momento que siguen con mucha emoción en Estados Unidos, es un tiempo de nuevas esperanzas para todos nosotros". Asímismo, afirmó que "están avanzando los intereses de los dos países tras cincuenta años, y por eso estoy aquí".
