INTERNACIONAL
Chalecos amarillos

París redobla la seguridad para evitar otro violento "sábado negro"

Unos 89.000 policías se movilizarán en toda Francia este sábado para controlar a los "chalecos amarillos" que siembran la violencia en varias ciudades de Francia.

Enfrentamientos en París en nueva protesta contra Macron
Enfrentamientos en París en nueva protesta contra Macron. | AFP

El gobierno francés redobla sus esfuerzos para evitar un nuevo estallido de violencia en las protestas del los "chalecos amarillos" programadas para el sábado, en un clima de descontento general que se extiende a otros sectores. Las convocatorias a manifestar el sábado se difunden en las redes sociales, despertando la preocupación entre las autoridades por que se repitan las escenas de caos que dieron la vuelta al mundo el fin de semana pasado.

Impacto en el comercio y el turismo

Para prevenir nuevos desmanes, el gobierno del presidente Emmanuel Macron aconsejó a los comercios y restaurantes de la avenida de los Campos Elíseos, en una de las ciudades más turísticas del mundo, a cerrar sus puertas el sábado. Mientras tanto, la Torre Eiffel, la Ópera de París y una decena de museos de la capital, incluyendo el Grand Palais, el Louvre y las Catacumbas, cerrarán al turismo.

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Los bloqueos de rutas y de depósitos de combustibles en todo el país pusieron en problemas a sectores claves de la economía, comenzando con los transportistas de mercancías y los comerciantes. En el sector agroalimentario, las celebraciones de fin de año pueden representar hasta un 20% de la facturación anual, según los profesionales del sector, que temen más de 13.000 millones de euros de pérdidas.

Violentas protestas en París el 1 de diciembre

"La economía no está bloqueada", pero "el clima de desconfianza que se ha instalado" puede "pesar sobre el consumo", subraya Mathieu Plane, economista de la OFCE.   Además, las concesiones de las autoridades tendrán un costo presupuestario: 4.000 millones de euros según el gobierno, que sin embargo garantiza que el déficit francés se mantendrá por debajo del 3% del PIB exigido por la Unión Europea (UE).

Semana violenta y máxima seguridad

Las autoridades anunciaron también el despliegue de "recursos excepcionales" para asistir a los 89.000 policías que estarán movilizados en todo el país el sábado. "Tenemos razones para temer una gran violencia", advirtió el miércoles la presidencia francesa. Ocho mil policías patrullarán las calles de París, donde además las autoridades aseguran que desplegarán vehículos blindados, como no se veía en la capital desde los disturbios de 2005.

Desde mediados de noviembre, los "chalecos amarillos" bloquean rutas en todo el país y en los últimos semanas derivaron en incidentes violentos en la capital París. El movimiento recibe el nombre de los chalecos reflectantes, es amplio y difuso y no está impulsado por ningún partido o sindicato.

Pero la inquietud es creciente porque la ira se extiende a otros sectores. Más de 700 estudiantes fueron detenidos e interrogados este jueves por la policía, en la cuarta jornada consecutiva de protestas en los centros de secundaria, después de las protestas por una reforma educativa que introduce cambios en el acceso a la universidad o los impuestos. "Las situaciones son muy variadas, con bloqueos totales o parciales, barricadas para controlar el acceso, paletas quemadas", dijo a AFP un funcionario del ministerio de Educación. 

Violentas protestas en París el 1 de diciembre

Los "chalecos amarillos", que se movilizan desde hace tres semanas, rechazaron las primeras concesiones hechas por el gobierno, que consideran insuficientes, y muchos de ellos están determinados a retomar la capital el sábado. El principal sindicato de agricultores anunció manifestaciones todos los días de la próxima semana y dos sindicatos de camioneros también convocaron una huelga indefinida desde el domingo por la noche.

Un representante de los "chalecos amarillos", Benjamin Cauchy, pidió al presidente Macron reunirse con una delegación de este movimiento para "calmar" la situación, que según él, ha llevado al país "al borde de una guerra civil". "Le pedimos que se reúna con nosotros para negociar sobre el poder adquisitivo, que es lo que sustenta toda esta ira", dijo Cauchy.

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Popularidad, en picada

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Macron, que llegó al poder tras un meteórico ascenso, se presentaba como un "reformista" determinado y había prometido transformar Francia. Pero una parte de la opinión estima que su política es injusta. El exbanquero de negocios es percibido como un hombre "arrogante" y que no escucha al pueblo. Su popularidad ha caído a mínimos históricos. Apenas 23% de los franceses aprueba su gestión.

El martes, el gobierno francés suspendió durante seis meses la subida del impuesto de los carburantes tras las fuertes protestas contra la medida que sacudieron el país en las últimas semanas, según informó el primer ministro francés, Edouard Philippe, cuyo liderazgo está siendo discutido. Ningún impuesto "merece poner en peligro la unidad de la nación", dijo en un discurso televisado.

Durante un proceso de consultas, también se suspenderá por el momento la subida de los precios de la electricidad y el gas, así como los planes de aumentar los controles de seguridad a vehículos. El gobierno, sin embargo, tiene la imagen manchada y varios analistas cuestionan la capacidad de Macron para llevar a bien las reformas que prometió para su mandato, como la reforma clave de las pensiones de jubilación.


AFP/D.S.