Caracas – En una escalada más de los choques con el
gobierno de George W. Bush, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió que podría declarar
persona no grata y disponer la salida del país del embajador de Estados Unidos, William Brownfield,
quien reclamó compensaciones justas a las empresas extranjeras que puedan ser nacionalizadas.
Brownfield había reclamado una "justa y rápida" compensación para las empresas extranjeras
que sean incluidas en el proceso de nacionalización, en particular de la Compañía Telefónica de
Venezuela (CANTV) y de la Electricidad de Caracas.
"Señor embajador, vaya a meterse en las cosas de su país, en las cosas de Venezuela usted no
tiene que meterse", dijo Chávez en referencia a Brownfield en un acto que encabezó en Caracas, y
que marcó un nuevo cruce verbal en las ya deterioradas relaciones bilaterales con Washington.
El proceso de nacionalización impulsado para el tercer mandato constitucional de Chávez
-recientemente reelecto con el 62 por ciento de los votos- forma parte de una política de
formulación de un socialismo venezolano y la revolución socialista.
En ese contexto, las autoridades venezolanas analizan la nacionalización de Cantv, empresa
manejada por la corporación internacional Verizon Communications Inc., que posee una participación
de 28,5 por ciento de las acciones.
El mandatario en su enfrentamiento con Brownfield agregó: "Si sigue metiéndose en las cosas
de Venezuela, está violando los convenios de Ginebra y además estaría incurriendo en una falta
grave y pudiera, si sigue metiéndose en las cosas de Venezuela, ser declarado persona no grata y
tendría que abandonar el país".
Chávez dijo con ironía al embajador: "Le agradezco mucho, vaya, métase en las cosas de su
país, que bastante tiene que respetar el mundo, el imperio norteamericano que invade pueblos", al
reiterar su exigencia de retiro de tropas de Irak.
"Sálganse de Irak y dejen a ese pueblo que sea libre y que ellos mismos definan su destino.
Que se acabe el imperialismo norteamericano, eso es lo que pedimos nosotros desde Venezuela y desde
el mundo", dijo.
Ayer, el embajador Brownfield evitó una respuesta directa a las advertencias del presidente
bolivariano, pero reiteró los reclamos de su gobierno, en particular, en favor de las dos empresas
con capitales estadounidenses.
"Voy a repetir lo que mi gobierno dijo varias veces, incluyendo hace tres días en Washington
por parte del subsecretario de Estado, y eso es que cualquier gobierno del mundo, el venezolano o
el estadounidense o cualquiera de los 192 gobiernos del mundo, tiene un derecho soberano absoluto
de nacionalizar partes del sector privado", dijo.
No obstante, en declaraciones reproducidas por la agencia ANSA, el diplomático con destino en
Caracas destacó la necesidad de cumplir con las "obligaciones internacionales" y llevar el proceso
de manera "transparente".
"Las obligaciones internacionales, las cuestiones de ley internacional, es hacerlo de forma
transparente, elegante, y ofrecer una compensación justa y rápida a los dueños afectados. Nuestra
esperanza es que cualquier nacionalización sea un proceso negociado y que represente eventualmente
el interés de todas las partes involucradas", enfatizó Brownfield.
El embajador insistió ante la prensa que a pesar de las diferencias, espera que el proceso de
acercamiento con el gobierno de Venezuela iniciado a principios de enero continúe por el interés de
ambas naciones.
"Empezamos un proceso de identificar una agenda de diálogo y ojalá que podamos seguir con ese
proceso, porque al final de todo, representa el interés de Venezuela, como de Estados Unidos,
normalizar un poco la relación bilateral", insistió Brownfield.
Fuente:
Télam