Bachelet intenta saldar la deuda social que a pesar del crecimiento de estos años tiene Chile.
Detalles de un proyecto emblemático.
default |
Cedoc
Chile promulgó este martes una nueva ley de pensiones que modificó el sistema privado instaurado hace 27 años por la dictadura del general Augusto Pinochet e instauró una inédita pensión básica universal que favorecerá al 40% de la población más pobre.
La nueva normativa contempla en su punto más importante el pago a partir del próximo 1 de julio de una Pensión Básica Universal, de 133 dólares, a todos los varones mayores de 60 y las mujeres de 65. Un año más tarde, la pensión se reajustará a 166 dólares.
La jubilación solidaria beneficiará en su primera etapa a unas 80.000 personas, en su mayoría dueñas de casa, artesanos y otros trabajadores independientes, que estaban fuera del sistema privado. En su primer año de implementación tendrá un costo de 2.000 millones de dólares. La nueva ley modificó al sistema privado de pensiones que en 1981 instauró Augusto Pinochet y cuya principal característica fue la creación de las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
La nueva ley estableció además el aumento de casi un 20% de las pensiones de los trabajadores de menores ingresos e incentivos para el ahorro voluntario. La reforma se gestó luego de que estudios oficiales revelaran que la mitad de los más de siete millones de trabajadores afiliados a las AFP no completaría el monto mínimo para acceder a una jubilación.
