INTERNACIONAL
NEGOCIACIONES DE PAZ

China quiere asumir el rol de mediador “neutral” en la crisis que sacude a Siria

Dialogo. Militares chinos, que no intervienen en los combates, debaten con colegas rusos.  Beijing desplegó su único portaaviones.
| Cedoc Perfil

Aunque la separa una larga distancia, China no está tan alejada del conflicto sirio, al menos geopolíticamente. Comenzó a proyectar poder en un espacio que está más allá de su zona de influencia  tanto con el gobierno sirio de Basar al-Assad como con los líderes de la oposición.
“China ve la oportunidad de ingresar a la mesa de negociación como un actor ‘neutral’, que puede inspirar ‘confianza’ por no estar influenciada por las partes”, analiza Gino Pauselli, investigador de la Universidad de San Andrés.
Pauselli destaca que cuando Beijing actúa lejos de sus fronteras emplea la estrategia de balancear posiciones.
Su forma de involucrarse no es como la de Estados Unidos, Rusia y sus respectivos aliados.  “Busca tener un lugar en las negociaciones de paz que comenzaron en Ginebra (que luego fueron suspendidas por Naciones Unidas) ganándose el rol de mediador en el conflicto”, explicó a PERFIL el profesor de la Universidad de San Andrés Khatchik Der Ghougassian.
Así, Beijing se muestra como un poder mundial que puede balancear las distintas posiciones enfrentadas.
“El hecho de que haya desplegado en la zona su único portaaviones tiene mucho de simbólico”, dice por su parte el analista Damián Jacubovich.

Grandes potencias. Para comprender mejor la situación hay que tener en cuenta el lugar de cada superpotencia en el conflicto que desangra a Siria: Estados Unidos y Arabia Saudita apoyan y financian a distintos grupos de la oposición siria, mientras que el presidente Al-Asad cuenta con el respaldo de Rusia e Irán.
Con su presencia en Siria, China busca ser vista como un actor influyente en el escenario de la diplomacia mundial.
Así, “es previsible que la diplomacia china evite, en la mayor medida posible, términos religiosos para referirse al conflicto sirio; primero, para no perjudicar sus relaciones con Arabia Saudita, y segundo, para mantener su credibilidad como mediador a quien, probablemente, Estado Islámico trate de golpear si empieza a demostrar resultados”, sostuvo Der Ghougassian