INTERNACIONAL
Directora del FMI

Christine Lagarde: "Hay bronca contra las élites porque no fueron castigadas por sus errores"

La abogada y dirigente francesa dio un reportaje antes de comenzar el G20 y se mostró preopucapada por el endeudamiento de "la periferia" y los nuevos populismos.

Christine Lagarde
Christine Lagarde, directora gerente del FMI. | Bloomberg

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, estuvo días atrás en París para una comida privada que organizó Baker McKenzie, el estudio de abogados para el que alguna vez trabajó. En ese viaje, la francesa dio un reportaje a Les Echoes, medio especializado en finanzas y economía que pertenece al LVMH –Louis Vuitton Moët Hennessy– cuyo CEO Bernard Arnault es el hombre más rico de Francia, el cuarto más rico del mundo -US$ 72 mil millones en 2018,según Forbes-. El empresario además podría ser un potencial sponsor del futuro que se estima buscará Christine Lagarde cuando deje el FMI en junio de 2021: la presidencia de Francia.

En la entrevista, Lagarde afirma que está “profundamente preocupada porque la evolución política del mundo pueda traer graves consecuencias económicas (…) Las elecciones recientes mostraron el surgimiento de populismos y una inclinación hacia regímenes autoritarios, de izquierda o de derecha, que son verdaderamente preocupantes”.

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Según la abogada y política francesa, “la coyuntura económica no es alarmante en sí misma aunque hay que estar atentos porque hay cuestiones estructurales que inquietan, como por ejemplo el nivel de endeudamiento.(...) Las zonas de riesgo ya no son las mismas de 2007. El sector bancario está relativamente asegurado y los riesgos se desplazaron a la periferia del sistema. Y el endeudamiento global está en aumento. (…) Un 40 por ciento de los países está en una situación alarmante por sus niveles de deuda. Y como sabemos hay sólo cuatro maneras de corregir eso: controlar la inflación, generar un crecimiento que permita reducir el déficit, hacer ajuste presupuestario y...¡la reestructuración! (dice con entusiasmo).” Ella se suma al llamado de alerta que dio Janet Yellen (ex titular del Fed) respecto a que hay señales similares a las que derivaron en la crisis de 2008; sobre todo, “la laxitud en la reglamentación financiera con el pretexto de la simplificación”.

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Con respecto a la reciente ola de gobiernos de índole populista, Lagarde dice que no se puede caracterizar a Estados Unidos, Brasil, Filipinas o Italia como populismos idénticos. “Las idiosincrasias son diferentes pero lo que sí observé en muchos países es, por ejemplo, un amesetamiento del nivel de vida de las clases medias, sobre todo en Estados Unidos y en China, pero también en Alemania, algo novedoso.”

Para la directora del FMI, varias son las causas de esta situación: “Una seducción por tesis simplistas y populistas, una preocupación por la globalización y la tecnología, y una bronca contra las élites porque no fueron sancionadas por los errores cometidos. Y si bien en el caso de Estados Unidos hay un debate caliente por la cuestión inmigratoria –no tan central como en Europa–, lo que domina la agenda es la cuestión de la calidad de vida de la sociedad.”

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¿Cuáles pueden ser las respuestas contra el populismo? “Lo voy a sorprender”, dice Lagarde a LesEchos. "El FMI considera que la respuesta pasa por una mayor apertura, en especial de los servicios –que son muy caros–, que permitirán un aumento de la productividad. Pero la globalización deberá evolucionar de una manera diferente, es decir, con un mayor respeto de las reglas del juego y también del medioambiente, y por una verdadera preocupación por la inclusión social.”

En este presente, Lagarde apunta que la cortesía recíproca entre Estados Unidos y China se transformó en competencia en casi todos los niveles, y será en una próxima etapa donde se determinará, quizá, el equilibrio geopolítico mundial. Para ella, Trump tiene “argumentos sólidos para ganarle la pulseada a Pekín. Su método, si se  basa en una estrategia ganador-ganador, le permitiría avanzar en  acuerdos de intercambio comerciales. Pero no será fácil; China quiere ganar también.”