INTERNACIONAL
por gastos de campaña

Comienza un juicio que podría costarle la presidencia a Temer

El Tribunal Electoral analizará la denuncia por financiación ilegal de la campaña de 2014, cuando fue como vice de Dilma Rousseff.

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Gesto. Un mal momento para un gobierno siempre en crisis. | ansa
El presidente brasileño, Michel Temer, enfrentará la semana próxima un juicio ante la corte electoral que podría sacarlo del poder, pero que deberá recorrer un camino plagado de obstáculos políticos y jurídicos antes de llegar a un desenlace.
A un año y siete meses de las próximas elecciones, Temer responderá a una denuncia por abusos económicos y políticos durante la campaña de 2014, en la que acompañó como vicepresidente a Dilma Rousseff, destituida el año pasado por el Congreso, y con su apoyo.
Este nuevo capítulo de la crisis brasileña se produce cuando aún no cicatrizan las heridas del impeachment que segó un ciclo de 13 años de la izquierda en el poder, mientras el nuevo gobierno conservador es bombardeado por denuncias de corrupción del fraude a Petrobras.
Pero con mayoría en el Congreso y el aval de los mercados a su programa de ajustes, el Palacio de Planalto apuesta a dilatar el proceso y acercarlo lo más posible a las elecciones de octubre de 2018.
“Hay mucha tranquilidad. El tiempo está a favor del presidente. Hay muchos recursos jurídicos” y si el Tribunal Superior Electoral (TSE) vota la anulación, el fallo “será apelado ante la corte suprema”, dijo una fuente del gobierno que pidió no ser identificada.
Los propios jueces del TSE podrían solicitar una suspensión para examinar el informe final, de más de mil páginas, y también los acusados solicitar una ampliación de sus defensas.
Pero si la estrategia falla y el TSE anula el resultado electoral de 2014, la Constitución determina que el Congreso elija un nuevo presidente para terminar el mandato iniciado por Rousseff y continuado por Temer.
No obstante, algunos constitucionalistas interpretan que deben convocarse elecciones directas si la remoción del presidente se produce antes de los seis meses finales de su periodo.
Sería en cualquier caso un segundo gobierno de transición en apenas diez meses.

Siempre la corrupción. La denuncia, irónicamente, fue presentada por el partido PSDB, derrotado en 2014 y hoy estrecho aliado de Temer.
Según la acusación, Rousseff, del PT, y Temer, del PMDB, financiaron su campaña con dinero desviado de la estatal Petrobras, violaron los límites de gasto permitidos y abusaron de la maquinaria estatal para ser reelectos.
La defensa del presidente buscó separar sus cuentas de la ex mandataria, señalando que Temer no tuvo relación con el armado financiero. Pero hay pocas expectativas de que esa moción sea aceptada.
El caso vincula los sobornos en Petrobras y el escándalo de la constuctora Odebrecht con la financiación de la campaña.
“En aquel momento, había indicios de que dinero de la corrupción en Petrobras fue usado en la campaña”, dijo el abogado del PSDB, Flávio Pereira.