INTERNACIONAL

Correa y una insólita reunión con Francisco

<p>El ecuatoriano mantuvo un encuentro sin precedentes con el Papa. <strong>Video.</strong></p>

Correa fue uno de los primeros mandatarios en expresar públicamente su alegría tras la designación de Bergoglio como Sumo Pontífice.
| AP

"¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?". La pregunta no llamaría la atención de nadie si no la hubiera pronunciado un jefe de Estado frente a las cámaras, en el Palacio Apostólico del Vaticano, frente al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.

Es que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, fue uno de los primeros mandatarios en manifestar su alegría luego de que el argentino Jorge Mario Bergoglio -con el que comparte la fe jesuita- fuera designado como sucesor de Pedro. Al reunirse con él, no ocultó su fanatismo.

El encuentro tuvo lugar el viernes último, cuando el mandatario ingresó a la sala Tronetto, junto a su comitiva, escoltado por la Guardia Suiza. Con una inconmensurable sonrisa en su rostro, Correa, conocedor de las formas del Papa, desatendió el protocolo al saludarlo con un abrazo, sin siquiera detenerse en ningún tipo de formalidades.

 

Entonces se desarrolló un encuentro particular. “Lo veo fresco como a una lechuga”, le dijo Francisco. “Para mí es un honor estar aquí”, le replicó el ecuatoriano.

Cuando la secretaria de Correa se acercó a saludar al Papa, el presidente de Ecuador aprovechó para bromear: "No la tiene que confesar sino hacer un exorcismo, porque es mi asistente personal, pero es una dictadora. Me maltrata".

"Una bendición para mí y mi familia", le dijo la asistente. Francisco tomó su mano y la bendijo. "Pero no lo maltrate", le aclaró, entre carcajadas.

Después de las presentaciones, el Papa y Correa se reunieron en privado. El encuentro fue captado en video por la agencia Rome Reports.

"Utilizo estos términos, Santo Padre, informales: ¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?", le dijo Correa. Con su pregunta, el ecuatoriano logró una reacción en el pontífice, que se repetiría en varias oportunidades más: que el Sumo Pontífice estalle en risas.

Regalos van, regalos vienen. Correa le obsequió al Papa un sombrero de paja toquilla, los conocidos como "Panamá hat", hecho en Ecuador. Además le dio  un cuadro con la imagen de la Virgen Dolorosa y el libro "La Estrella del camino. Apuntes para el estudio del Belén barroco de Quito", sobre la tradición del portal de Belén que se hace en la capital ecuatoriana, y otra de Francisco Manuel Valiñas López.

Por su parte, Francisco le regaló el libro sobre el Documento de Aparecida (la reunión de la iglesia latinoamericana y del Caribe que marcó la nueva evangelización del continente), una medalla del pontificado y un rosario.