INTERNACIONAL

Crece la polémica por la "amiga" del Rey Juan Carlos

Quién es Corinne, la alemana que acompaña al monarca a todos lados. La crisis matrimonial y el rol de la reina Sofía.Fotos.

La cercana relación entre Corinne y el rey Juan Carlos desató una polémica en España.
| Gentileza Bild

El nombre de “Corinne” no dejó de sonar en España a lo largo de la semana: oficinas, tiendas, bares, peluquerías. Algunos diarios serios se refirieron a ella como "la amiga del rey" Juan Carlos. Pero siempre en voz baja. Incluso un fotógrafo español afirma que atesora desde hace muchos años en su archivo cientos de fotos del rey y su amante en distintos lugares del mundo, pero no quiere publicarlas ni venderlas, por temor a las consecuencias. En ambos extremos de la tormenta, los reyes de España, que nunca en sus 36 años de reinado imaginaron que iban a estar tan en el centro de una polémica, estremecedora para una monarquía –hasta ahora- tan pacífica como la Borbónica.

“¡Pobre reina Sofía!”, exclamaba esta semana el diario alemán Bild, que nunca tuvo reparos en ventilar los más jugosos escándalos de las monarquías. “¿Cómo soporta Doña Sofía a Don Juan?”, se preguntaba, expresando lástima por una reina de conducta intachable pero colocada en esta dolorosa situación por su propio marido. “¡Pobre reina Sofía! ¿Se mantendrá mucho más tiempo el matrimonio real?”.

La pregunta tiene una respuesta: sí, hasta la muerte. Porque si de algo están seguros los españoles es que el rey y la reina son unos completos profesionales. Sin embargo, las cosas nunca volverán a ser las mismas en el Palacio de La Zarzuela, o quizá sigan como hasta ahora, porque el matrimonio real español está desintegrado desde hace mucho tiempo. “El matrimonio del rey y la reina está destruido hace muchos años”, afirma el historiador Ricardo Mateos. “Los reyes no supieron llevar a cabo una política dinástica, a la hora de casar a sus hijos de forma bastante desafortunada y ahora se ven los frutos de esos desaciertos. Hay mucho desgaste histórico a las espaldas y por eso se impone una reflexión seria”.

Buena prueba de ello es el incidente del rey en África. Cuando la reina Sofía subió a un avión el viernes 13 rumbo a Grecia, ya sabía que su marido se había caído en Botswana y que debía volver a Madrid para ser operado con anestesia general de la cadera. Aún así, se quedó tres días en Porto Heli, en una casa que pertenece a su hermano, el ex rey Constantino de Grecia. El rey tampoco se quedó solo ese fin de semana: a su lado estaba Corinne, que estuvo con él en Botswana cazando toda la semana.

Fue el segundo desplante de la reina, más que avergonzada. El primero había ocurrido en diciembre, cuando, pese a la oposición del rey, fue a visitar a su hija Cristina y su yerno Iñaki Urdangarín, saliendo los tres en las tapas de todas las revistas. Se dice que, al regresar del viaje, los gritos en el interior de La Zarzuela se oyeron desde los jardines.

Juan Carlos la acusó de no haber sabido educar a sus hijos y que por eso eligieron consortes tan poco adecuados. Fue la única vez en muchos años en que los reyes se dirigieron la palabra. Poco después, cuando un primo alemán llamó a Sofía para felicitarla por la Navidad, ella le rogó: “No hablemos de intimidades, pues temo que mi teléfono está intervenido”.

En otra punta del triángulo, Corinne von Sayn Wittgenstein: una falsa princesa alemana de 47 años, alta, de aspecto frágil, muy femenina y sensual, una de las 1.500 amantes del rey, según la escritora Pilar Eyre, quien escribe: “su amistad con el rey ya dura siete años, algo más de lo que suele ser normal en las costumbres del rey”, exceptuando las largas relaciones con una vedette y una decoradora. En las páginas de la revista alemana Die Welt se afirma que la princesa alemana vive en El Pardo y que se dedica a organizar safaris entre la alta sociedad, motivo por el cual acompañó al rey en su viaje a Botswana. Le dicen "la cazadora de reyes".

Desde que el rey la conoció, en 2006, Corinne lo acompaña en su vida íntima, en sus viajes privados, sus vacaciones y sus fines de semana, cuando la reina elige estar lejos de Madrid, en Grecia, en Roma o en Londres. “Hasta ahora sólo se había hablado de Corinne de forma muy sutil, aunque su relación con el rey es sobradamente conocida hace bastante tiempo”, opina Ricardo Mateos. “Ella es una mujer muy  ambiciosa, que creo que está en el origen de muchos de los problemas internos de la familia real. Es lógico que la prensa y la gente quieran saber”.

“Corinne y él son felices con un arma en la mano, para después tomarse un buen whisky que la alemana le prepara con mimo y dedicación”, dijo este domingo una revista española. “A don Juan Carlos le costaría demasiado renunciar a ambos placeres que él considera que se ha ganado después de toda una vida de trabajo y lucha”.

La reina, por su parte, tuvo que soportar varias veces la vergüenza de tener que coincidir con las mujeres que supuestamente eran o habrían sido amantes del rey, como cuando en 2006 tuvo que viajar a Arabia Saudita con Corinne, que, aunque nadie sabía cuál era su función, formaba parte de la comitiva por decisión del monarca.

La irrupción de Corinne, y una serie de otros hechos desafortunados, en la vida hasta ahora apacible de la Familia Real Española dejarán una huella imborrable en su historia. Por lo pronto, los empleados de la Casa Real no saben qué contestar cuando les preguntan qué harán para celebrar el 50º aniversario del matrimonio, exactamente dentro de un mes.

 

(*) Especial para Perfil.com