INTERNACIONAL
cumbre de unasur en chile

Cristina esquivó a Chávez para evitar "la foto Valijagate"

Sólo hablaron por teléfono y no quisieron sentarse cerca. En las declaraciones de apoyo a Bolivia también marcaron distancia. Fotogalería.

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| AFP

La cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) celebrada ayer en Chile no fue fácil para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. No sólo tuvo que tratar el conflicto secesionista que afecta a Bolivia sino que también se empeñó en evitar a su par venezolano Hugo Chávez.

Los mandatarios de Argentina y Venezuela están implicados en el escándalo por la valija de 800 mil dólares que Guido Antonini Wilson intentó ingresar a nuestro país, presuntamente para financiar la campaña electoral kirchnerista del año pasado.

Por eso, Kirchner y Chávez se esquivaron el uno al otro durante toda su estadía en el país vecino, en especial en la reunión que tuvo lugar en el Palacio de la Moneda. Evitaron todo contacto con la prensa y hasta se cuidaron de no sentarse juntos para no salir en la misma foto.

La delegación argentina estuvo integrada por el canciller Jorge Taiana; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini; el vocero Miguel Núñez; y varios más. No se alojaron en ningún hotel, sino que fueron directamente a la sede del gobierno chileno, informó el diario La Nación.

Los venezolanos, en cambio, ocuparon un piso del hotel Sheraton y llegaron más tarde a la reunión. Ambos presidentes habían hablado más temprano por teléfono, supuestamente sobre el conflicto en Bolivia, por lo que sólo se saludaron y luego evitaron mostrarse juntos, según el matutino.

Durante la reunión, convocada para apoyar al presidente boliviano Evo Morales por el conflicto de secesión y la violencia que azota a su país, sólo se permitieron tres preguntas de la prensa, por lo cual el Valijagate quedó en un segundo plano.

El método de comunicación fue diseñado por presidentes y cancilleres, y los periodistas no tuvieron acceso a los funcionarios, reveló La Nación, de forma tal de evitar preguntas incómodas. Era la primera vez que Chávez y Cristina se encontraban tras las comprometedoras declaraciones de Antonini Wilson en el caso que se investiga en Miami.

En un comunicado conocido como "Declaración de La Moneda", los diez presidentes agrupados en Unasur apoyaron al gobierno de Evo Morales. Rechazaron "cualquier intento de golpe", condenaron "el ataque a instalaciones gubernamentales", pidieron el cese de la violencia y crearon una comisión para acompañar la mesa de diálogo.

La presidente argentina calificó a la reunión como "muy importante" y destacó la anunciada defensa de los derechos humanos. Así se distancio una vez más de Chávez, que eligió recordar el golpe militar contra el presidente chileno Salvador Allende -apoyado por la CIA y del cual se cumplieron 35 años- al cual comparó con los intentos golpistas en Bolivia.