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Especulaciones en pocas de transicin

Cuba podría convertirse en la próxima potencia mundial del etanol

Para lograrlo, tendría que abrir las puertas a la inversión extranjera. Pero la isla ya proyecta expandir su infraestructura para producir más biocombustible.

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| Cedoc

Entre toda la vorágine informativa disparada por la renuncia de Fidel Castro al gobierno cubano, el análisis más interesante fue quizás el de la revista estadounidense Wired, conocida por su cobertura de temas tecnológicos e informáticos, donde se concluyó que la isla podría llegar a convertirse en una potencia productora mundial de etanol en un futuro no muy lejano.

De acuerdo a dicho análisis, de darse ciertas condiciones, Cuba podría ser el tercer productor del biocombustible, detrás de Brasil y Estados Unidos. El etanol, un compuesto químico que incluye azúcar, está presente en gran parte de las bebidas alcohólicas y puede utilizarse como combustible para autos. Hasta la revolución cubana de 1959, Cuba era el mayor productor mundial del azúcar y aunque en la actualidad produce sólo un 10% de lo que producía, hay posibilidades de volver a la época dorada.

Fidel Castro siempre se opuso al producción de etanol, y más aún a buscar la inversión extranjera que los expertos dicen es necesaria para desarrollar la industria en el país. En su opinión, la producción de etanol produciría una suba de precios de los alimentos, sobre todo cuando el etanol es hecho a base de maíz (como es común en Estados Unidos, a diferencia de Brasil, líder mundial en la producción de etanol a base de azúcar).

Sin embargo, el diario International Herald Tribune , ha informado que Cuba ya está haciendo esfuerzos para modernizar su infraestructura de producción de etanol. Según el diario, la isla habría comenzado la ampliación de la infraestructura y planea aumentar el número de refinerías de etanol de 11 a 17. El proyecto es multimillonario y, según Wired, la inversión tendrá que venir del extranjero.

De acuerdo a algunos cálculos, la isla podría producir entre 2 y 3.2 miles de millones de galones por año de etanol si contase con la inversión extranjera necesaria (cualquiera de esos volúmenes le permitiría ser el tercer productor mundial). Con Raúl Castro en el poder esto parece viable ya que muchos analistas coinciden en que es más pragmático que su hermano y está más preocupado por mejorar el nivel de vida de los cubanos que por expandir la revolución.

La ausencia relativa de demanda interna de etanol permitiría que Cuba exportase gran parte de su producción. Y aunque por el momento Estados Unidos no tiene intenciones de levantar el embargo, el resto del mundo podría beneficiarse con la ampliación de la industria en la isla.