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Accedi a documentos secretos

Cura lucha en Polonia contra sus pares colaboracionistas

Desde hace más de un año, el padre Tadeusz Isakowicz-Zaleski investiga a otros sacerdotes quehabrías colaborado con la policía soviética.

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El padre Tadeusz Isakowicz-Zaleski pelea para que se aclare el pasado de algunos curas, colaboracionistas de la KGB | AFP

Varsovia  - Su lucha comenzó en octubre de 2005, cuando leyó los archivos que la policía comunista (SB) reunió sobre él cuando en los años 80 era capellán del sindicato Solidaridad en la periferia obrera de Cracovia. "Descubrí que entre los denunciantes que hacían informes sobre mí, también había sacerdotes", relata este hombre que estuvo a punto de pagar con su vida su oposición al comunismo, pues la policía secreta le dio dos palizas en 1985.

Fue seleccionado para hacer una tesis en Roma, pero tuvo que renunciar por no conseguir que le entregaran un pasaporte. "Alerté a responsables de la Iglesia de que los archivos contienen verdaderas bombas de relojería", explica. Pero al final del comunismo, la SB destruyó la mayoría de los documentos sobre el clero. "La Iglesia no hizo gran cosa", lamenta. "Sus múltiples comisiones no llegaron a nada. Una resolución adoptada en agosto que llama a un 'mea culpa' quedó en papel mojado".

Dice con amargura que los acontecimientos de estos días le han dado la razón tras el escándalo provocado por el arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, que el domingo dimitió tras haber reconocido su pasado de informador de la SB. Los responsables de la Iglesia lo intentaron todo para disuadirlo. "Incluso me aconsejaron que lo quemara todo", dice. El padre Isakowicz-Zaleski fue tratado de "enemigo de la Iglesia" e "inquisidor".

El cardenal Jozef Glemp llegó a tratarlo de "superagente" y luego se disculpó. El cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y ex secretario particular del papa Juan Pablo II, le prohibió durante un tiempo continuar la investigación. Sin embargo, el actual presidente polaco, Lech Kaczynski, cuyo partido conservador Derecho y Justicia preconiza una depuración de todos los vestigios del comunismo en Polonia, lo condecoró.

La Iglesia se opone a sus investigaciones porque estima que primero hay que juzgar el sistema criminal y a sus funcionarios que siguen impunes, antes de examinar a sus colaboradores, a quienes considera víctimas, cree el padre Isakowicz-Zaleski. "Pero hoy, la Iglesia polaca atraviesa su mayor crisis desde la caída del comunismo, cuando podía haberla evitado", estima.

Lamenta tanto más la actitud de los jefes de la Iglesia por cuanto que los casos aislados revelados ahora hacen olvidar la resistencia obstinada de la Iglesia durante el régimen comunista. En un libro sobre las relaciones entre la Iglesia y la SB que se publicará en las próximas semanas, revelará 39 nombres de agentes de la SB, entre ellos cuatro obispos. Pero deja a los curas colaboradores para el séptimo capítulo y dedica gran parte de él a los que fueron fieles. "La Iglesia no tiene nada que temer, sólo el 10% de los sacerdotes colaboraron. Los otros llegaron al fin del régimen comunista con la cabeza alta. Lo mejor habría sido confesar los casos de colaboración hace unos años, con calma, y pedir perdón, un perdón que la sociedad seguro que habría aceptado", asegura.