INTERNACIONAL
Salvo Brasil, los pases no tiene tierras disponibles

Diez millones de latinoamericanos caerán en la pobreza

Es debido al alza global en los precios de los alimentos. Aumentarán la indigencia y la desnutrición. La estimación la hizo José Luis Machinea para este año.

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| CEDOC

Unos diez millones de latinoamericanos caerán este año en pobreza, debido al alza global de alimentos, previó hoy el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, José Luis Machinea.

Una cifra similar de habitantes de la región dejarán de contar con los recursos para comprar los alimentos mínimos que necesita, lo que probablemente vaya a expandir el número de personas que padece hambre, que ya supera los 52 millones.

En total, unos 200 millones de latinoamericanos serán pobres y, de ellos, 79 millones serán indigentes. Además es probable que crezca la desnutrición. Hoy, ya nueve millones de niños menores de cinco años están desnutridos.

En detalle, y de acuerdo a estudios de FAO, Guatemala, Nicaragua y El Salvador incrementarán fuertemente el hambre, debido a que sus economías no logran producir aún los alimentos que requieren, por problemas de riego, además del azote de huracanes y sequías.

Ya entre 2002 y 2004, antes que los alimentos llegaran a sus máximos actuales, unas 2,5 millones de personas cayeron en subnutrición en el istmo, según la FAO. Por ello, Machinea sostuvo hoy que "el alza intensa y persistente" de los precios de los alimentos está empeorando la distribución del ingreso en América Latina y el Caribe.

Sobre lo mismo, recordó que los últimos 12 meses subieron un cien por ciento los precios del arroz, el trigo, el maíz y las oleaginosas. En tanto que el incremento global fue de 15 por ciento, según agregó. "Esto representa una situación dramática para un vasto contingente de personas", advirtió Machinea. "Por lo tanto -prosiguió- resulta de la mayor prioridad poner en marcha y/o mantener políticas dirigidas a morigerar esos efectos", como el impacto de estas alzas, perfeccionar los mercados internos de alimentos y subsidiar los ingresos de sectores pobres.

Para FAO otra opción es elevar la producción alimentaria en la región, un exportador neto de estos bienes. Pero esta opción supone un enorme desafío ambiental y tecnológico para la región, donde ya 720 millones de hectáreas son destinadas a fines agrícolas.

Salvo Brasil, el resto de los países no tiene más tierras disponibles. Por ende, generar un shock de oferta que aproveche los altos precios de los alimentos pasará necesariamente por mejorar la productividad agrícola. Hoy el PIB per capita de este sector es de unos 1.340 dólares, apenas un tercio del global. Ante esas dificultades, y como otra forma de encarar la crisis, Machinea estimó necesario un aporte excepcional proveniente de los países desarrollados y, en cierta medida, de los países de ingreso medio que son exportadores netos de alimentos, como Brasil y Chile.

Otro punto es la equidad en la distribución de los beneficios. Hasta ahora las utilidades de los mayores precios de los alimentos quedaron en manos de los intermediarios, debido a la involución de políticas e instancias de regulación e información. Ello explica que aún hoy viva como indigente un 30 por ciento de la población rural latinoamericana, unos 35 millones de campesinos. O sea, que no tengan para comer, en una región del mundo que produce más alimentos de los que necesita.

Fuente: DPA