Desde el Vaticano Francisco protagonizó el jueves un álgido cruce en la Basílica de Santa María Maggiore con el cardenal Bernard Law, acusado de haber encubierto a curas pederastas entre 1984 y 2002 mientras era arzobispo de Boston, en Estados Unidos. En su primer día como pontífice, el Papa se levantó bien temprano y se dirigió a rezar a la Basílica de Santa María la Mayor, que data del siglo V. Allí reside el cuestionado cardenal retirado Law, de 82 años.
Según el diario italiano Il Fatto Quotidiano, que ayer publicó una reconstrucción de los hechos, Jorge Bergoglio habría visto a Law y habría comentado a quienes lo acompañaban: “No quiero que frecuente esta basílica”. Así, el Papa habría dado la primera señal fuerte contra los miembros del clero acusados de pedofilia.
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El vocero vaticano, Federico Lombardi, confirmó ese encuentro pero no detalló si se trató de un saludo cálido o de una dura reprimenda. El religioso explicó que “el cardenal Law estaba presente en Santa María Maggiore como arcipreste emérito y vio al Papa, después lo saludó y continuó su camino”.
Sin embargo, desde la organización de víctimas de pedofilia SNAP ofrecieron otra versión, en la que sostuvieron que Bergoglio fue expresamente a la basílica a saludar a Law. “Trágicamente, le tomó al papa Francisco sólo unas horas disipar las esperanzas de las víctimas de abusos al visitar al más desacreditado de los religiosos estadounidenses, el cardenal Bernard Law. El Pontífice es un hombre extremadamente inteligente. Debería haber sabido el dolor que ocasionaría a las víctimas con ese insensible acto”, declaró desde Roma David Clohessy, director de SNAP. En diciembre de 2002, el papa Juan Pablo II aceptó la renuncia de Law, por entonces de 71 años, luego de que fuera acusado de encubrir graves abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su diócesis. Sin embargo, el religioso norteamericano nunca fue apartado de la Iglesia Católica. Las organizaciones de víctimas de pedofilia habían acusado a Law por proteger a sacerdotes denunciados por abusos sexuales de adolescentes y niños. El anuncio de la dimisión fue acompañado por un pedido de perdón del cardenal estadounidense a “todos los que sufrieron” por sus “insuficiencias y errores”.
Sólo en Estados Unidos 11 mil niños fueron abusados sexualmente entre 1950 y 2002. En tanto, en el resto del mundo también se denunciaron miles de casos. En Irlanda, 14.500 jóvenes fueron víctimas de religiosos pedófilos. En Alemania se denunciaron abusos contra los niños cantores del coro de Ratisbona, dirigido de 1964 a 1994 por el hermano de Benedicto XVI, monseñor Georg Ratzinger. Aunque no se comprobó que haya cometido violaciones, sí se lo acusó de agredir físicamente a los jóvenes que tenía a su cargo.
La sombra del escándalo de pedofilia incluso cubrió el cónclave que eligió a Francisco. El martes, un día antes del habemus papam, la arquidiócesis de Los Angeles llegó a un arreglo extrajudicial tras ser denunciada por encubrir casos de pedofilia, y se comprometió a pagar US$ 10 millones a las víctimas. En 2007, esa misma arquidiócesis ya había acordado pagar US$ 660 millones para evitar un juicio por 500 abusos sexuales a menores.
