En el marco de las
políticas de seguridad que lleva adelante el gobierno
republicano de George W. Bush, la Cámara de Diputados estadounidense
aprobó hoy un proyecto de ley que promueve
la construcción de un vallado de 1200 km en la frontera con
México.
La edificación de este nuevo cercado
fue votada por 238 a favor y 138 en contra. De esta manera,se sumará al muro metálico ya levantado en el límite de la ciudad
mexicana de Tijuana y la estadounidense de San Diego,
punto considerado clave en los 3200 km de frontera entre ambos
países.
Asimismo, la media sanción de esta ley estipula que el
Departamento de Seguridad Interior, sea el responsable de la
vigilancia mediante cercas virtuales, que incluyen cámaras, censores de tierras y otras
tecnologías.
Esta ley se suma a la que ya había aprobado el Congreso norteamericano en diciembre pasado,
donde se consintieron políticas represivas -con el fin de frenar la inmigración ilegal-, además de
anular cualquier opción para los indocumentados –se calculan que son 11 millones-, que
actualmente viven en el país.
Las fuertes políticas contra la inmigración que Estados Unidos aplica, principalmente contra
su país vecino, se contradicen a los insistentes tratados de libre comercio, promulgados por la
administración Bush.
Por su parte, el gobierno mexicano que preside Vicente Fox rechazó la ley, y a través de su
portavoz declaró que “El gobierno de México cree que una reforma que sólo considere medidas
de seguridad no contribuirá a un mejor y más integral manejo bilateral de los asuntos
migratorios”.