De visita por Buenos Aires, invitado para dar una conferencia organizada por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), PERFIL pudo entrevistar a este estudioso de la “nueva izquierda cubana”, un grupo de académicos e investigadores que reconocen los logros y piden reformas. En relación con la incidencia de la pérdida de Fidel en la economía cubana, opinó que “va a tener poco impacto ya que estaba alejado de este aspecto desde 2006. Su legado, a diferencia de Raúl, era muy antimercado. La centralización, el acotamiento del mercado fueron nocivos y es justo lo que está corrigiendo el hermano”.
Futuro. De cara a lo que se viene a nivel más macro, Chaguaceda plantea que “va a haber una continuidad de ciertos elementos, como el partido único y restricción de ciertas libertades, como la empresa privada. No habrá cambios en materia política porque el modelo es compartido. Se transnacionalizan la sociedad y la economía, pero no cambia el sistema político”.
Respecto de la apertura del mercado, “tiene que haber un mercado mayorista para que las pymes tengan dónde comprar, una política crediticia más audaz de capacitación”. Por otro lado, “debe eliminarse el miedo al modelo del legado de Fidel, que veía al mercado como algo dañino. Hasta los últimos discursos hablaba de los negociantes como una mala palabra”.
Trump. Ante la pregunta de cómo influirá la llegada de Trump a la “normalización” que había comenzado entre Estados Unidos y Cuba, el especialista respondió: “Mientras avanzan los días, Trump deja un poco de ser una incógnita. Yo creo que el proceso va a retroceder y va a sufrir un enfriamiento importante”. El politólogo plantea que “los duros de los dos bandos se podrían reforzar en la idea de yo no cedo porque es la soberanía y yo te asfixio porque te quiero sacar del poder en un entorno mundial, donde la situación se está deteriorando a pasos agigantados, tanto en las relaciones internacionales como en términos del deterioro global de la democracia”.
Modelo a seguir. El horizonte de Cuba, para él, es Costa Rica porque es “un país pequeño, que cambió su matriz energética y productiva. Tiene un Estado social, donde no hay grandes picos de desigualdad. Un Estado presente con un nivel de violencia más bajo que muchos países de Latinoamérica”.
Prensa. En relación con los medios en la Isla, Chaguaceda plantea que está surgiendo otra clase de panorama: “Están naciendo medios alternativos, electrónicos, con un formato más crítico. Dejan de tocar lo político de manera directa. Todo eso junto erosiona el monopolio de la información del Partido Comunista”
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