INTERNACIONAL
con la tmida esperanza de que disminuya la violencia

El mundo musulmán ingresa en el ramadán

Comenzará el miércoles o jueves, según si el país es sunita o chiíta. Durante cuatro semanas, del alba al ocaso, los musulmanes se abstendrán de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales.

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El Cairo (AFP) - El mundo musulmán empieza esta semana el ayuno de ramadán con la tímida esperanza de una disminución del derramamiento de sangre en Irak o el temor de más violencia en Gaza pero también con la idea de disfrutar de un mes de recogimiento, fiesta y generosidad.

El ramadán empezará el miércoles o el jueves si el país es sunita o chiíta y, como cada año, la luna creciente determinará el comienzo del mes sagrado musulmán.

Durante las siguientes cuatro semanas, del alba al ocaso, los musulmanes de todo el mundo se abstendrán de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales.

Sólo las noches se convertirán en grandes fiestas para compartir con familia y amigos que, cada país, espera vivir lo mejor posible.

En Irak, se auspicia una disminución de la violencia ante la estrategia puesta en marcha hace seis meses por el ejército estadounidense que parece haber permitido una mejora de la seguridad.

Desde hace cuatro años, el ramadán es sinónimo de aumento de los atentados pero este año, el ejército estadounidense espera que, en cambio, se confirme la disminución de los ataques constatada en agosto, un "signo importante" a favor de la reducción de los efectivos norteamericanos.

Como consecuencia de la relativa tranquilidad actual, una tímida actividad reapareció en el mercado de Shoja, en donde a los bagdadíes les gusta comprar antes del ramadán, que para la minoría sunita empezará el miércoles y para la mayoría chiíta el jueves.

En Gaza, los palestinos pasarán su primer ramadán bajo la autoridad de los islamistas de Hamas, que se hicieron con el control de la franja en junio.

Responsables de Fatah y de otros movimientos rivales anunciaron oraciones callejeras, prohibidas por Hamas, por lo que se temen enfrentamientos con la policía del movimiento islamista.

En Líbano, el mes sagrado coincide con la celebración de elecciones presidenciales en un escenario de tensión entre la mayoría parlamentaria antisiria y la oposición apoyada por Siria e Irán.

En Egipto, el país árabe más poblado, el ramadán empezará el jueves y ya se reforzó la seguridad alrededor de los lugares turísticos.

En El Cairo, una ciudad de 18 millones de habitantes y de atascos monstruosos, la policía no tendrá vacaciones pues debe garantizar que los cairotas puedan volver a tiempo a sus casas para el "iftar", la cena tras la jornada de ayuno.

En el país de origen del Islam, Arabia Saudita, el ramadán podría empezar el martes; se trabajará menos pero se acogerá a un millón de musulmanes con motivo de la "omra", una peregrinación a La Meca.

En el Irán chiíta, el mes sagrado empezará el jueves y será rígidamente observado. En 2006, las autoridades prohibieron a los restaurantes de Teherán servir comidas durante el día.

En los lujosos hoteles del rico emirato petrolero de Kuwait estarán prohibidos conciertos y recepciones nocturnas por la presión de los diputados islamistas. Sin embargo, las familias podrán seguir reuniéndose para compartir el "iftar" y también mantendrán la tradición de las donaciones de caridad, controladas para que no vayan a organizaciones extremistas.

Dubai, el emirato más occidentalizado, observará el ramadán de día pero abrirá sus tiendas y locales durante la noche.

En el país musulmán más grande del mundo, Indonesia, el ramadán empezará el jueves con las discotecas cerradas y los restaurantes con horario reducido bajo la presión de los islamistas.

Por último, en el sur musulmán de Filipinas, el ejército no prevé tregua alguna en su nueva operación contra los extremistas del grupo Abu Sayyaf.