El nacionalista hindú Modi pone fin a la era Gandhi en la India
El líder del centroderecha derrotó a la histórica dinastía en las urnas y será premier. Preocupación de la minoría musulmana.
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AP
Redacción de Perfil.com
AFP/ANSA Desde Nueva Delhi En unas elecciones generales históricas, el nacionalista hindú Narenda Modi logró ayer una amplia victoria y se convirtió en el próximo primer ministro de la India. “El siglo XXI será indio”, prometió luego del conteo final de votos el líder del opositor Partido Bharatiya Janata (BJP), que obtuvo un triunfo aplastante sobre el Partido del Congreso de la familia Gandhi y gobernará con mayoría absoluta en el Parlamento.
Más de 500 millones de votantes se volcaron a las urnas durante un proceso electoral que duró varias semanas, y en el que hubo una participación récord: los electores aumentaron ocho puntos porcentuales respecto de los comicios de 2009. Modi –de 63 años, gobernador del estado de Gujarat y vendedor de té durante su juventud– será el primer premier indio nacido luego de la independencia del país declarada en 1947.
Las últimas cifras indicaban que el BJP tendrá 282 de los 573 escaños en la Cámara baja, lo que le permitirá gobernar sin necesidad de formar coaliciones con otros partidos. No se producía un resultado semejante desde la victoria de Rajiv Gandhi en 1984, cuando los indios lo votaron masivamente en respuesta al asesinato de su madre, Indira, hija del héroe nacional Jawaharlal Nehru. Con sus aliados, el partido de Modi llegaría a 336 bancas.
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El reverso del triunfo del centroderecha (31% de los votos) es la durísima derrota que sufrió la dinastía Gandhi (19%), que gobernó desde la independencia con apenas un par de intervalos. Su Partido del Congreso conservará apenas 44 bancas en el Parlamento. La credibilidad del oficialismo cayó en picada en los últimos años por la desaceleración económica, la inflación y varios escándalos de corrupción.
El candidato oficial Rahul Gandhi, considerado el gran perdedor de las elecciones e hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros, admitió: “El Congreso lo hizo muy mal, hay mucho que debemos pensar. Como vice del partido (lo preside su madre, Sonia), asumo la responsabilidad”.
Pese a que ha hecho una campaña moderada, Modi se declara orgulloso de ser un fundamentalista hindú, lo que le valió el rechazo de la minoría musulmana durante su carrera política. Es, de hecho, una figura muy polarizante. Los recelos hacia él se deben especialmente a que, en 2002, el gobernador de Gujarat no frenó enfrentamientos en ese estado entre hindúes y musulmanes que acabaron con mil muertos, la mayoría musulmanes.
En un intento por dejar atrás ese pasado, Modi lanzó ayer un mensaje conciliador: “Hoy ganó toda la India”.
