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El poderoso príncipe saudita, libre de toda culpa en el asesinato de Khashoggi

El fiscal general saudita pidió la pena de muerte para los cinco implicados en el crimen del periodista. Sin embargo, aseguró que el hijo del rey es "absolutamente" inocente.

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Mohammed, hijo y heredero del rey Salman. | AFP

El fiscal general de Arabia Saudita pidió la pena de muerte para cinco acusados del crimen del periodista disidente Jamal Khashoggi, "drogado, asesinado y descuartizado" en el consulado del reino en Estambul, pero eximió de toda culpa al poderoso príncipe heredero. Las sanciones contra los autores materiales que sirve para confirmar la tesis de una operación llevada a cabo pero sin el conocimiento de la monarquía: el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, conocido como MBS, reiteró a los magistrados y al gobierno saudita, que es "absolutamente" ajeno al caso.

La penas solicitadas fueron anunciadas este jueves por la fiscalía general de Riad, tras las primeras conclusiones de su indagación con la incriminación de un total de once sospechosos sobre 21 investigados en estado de detención. La pena capital fue pedida para los cinco responsables de la muerte de Khashoggi entre ellos el jefe del equipo de agentes de inteligencia -no identificado públicamente- que había ordenado el homicidio.

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El oficial de más alto rango en estar involucrado es Ahmed al Asiri, el ex número dos de los servicios secretos y fiel a MBS. Saud al-Qahtani, el estratega de comunicación en redes sociales del heredero al trono, también está siendo investigado y sujeto a una prohibición de expatriación, incluido hoy en la lista de los 17 principales funcionarios de Riad afectados por las sanciones de Estados Unidos por "el asesinato repulsivo".

Ambos ya cesados de sus cargos por la poderosa casa real, están acusados de participar en los preparativos realizados tres días antes de la operación, cuyo propósito inicial habría sido llevar al reportero a casa. Pero no habrían ordenado que fuera asesinado. "A veces las personas actúan más allá de su propia autoridad", comentó el ministro de Exteriores del Reino, Adel al-Jubeir, definiendo la muerte del periodista "un crimen y un grave error" "Rechazamos la politización del caso y las interferencias en la política interna de Arabia Saudita", afirmó Al-Jubeir.

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Khashoggi habría sido muerto con una inyección letal de drogas tras su presunta resistencia en el intento de los agente de reportarlo a su país. El cuerpo fue descuartizado, llevado fuera del consulado y entregado a un agente turco, de quien Riad habría enviado a Ankara "un retrato de señalización" para identificarlo y arrestarlo. Sobre qué se hizo finalmente con los restos, ni una sola palabra. A Turquía, los magistrados sauditas pidieron la transmisión de "pruebas y toda grabación de audio" Para el ministro de Exteriores de Ankara, Mevlut Cavusoglu, la reconstrucción de los hechos es "insatisfactoria".

"Argumentan que estas personas cometieron el homicidio después de que (Khashoggi) resistió a sus intentos de ser repatriado a su país", dijo el ministro. Pero "el descuartizamiento de un cuerpo no es cualquier cosa que puede ser hecho sin preparación". Respecto al resto, hace solo unas horas, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan había invocado una investigación internacional, después de haber reafirmado insistentemente la jurisdicción en el caso. Un modo de presionar al príncipe.

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Por su parte, Naciones Unidas informó que sigue de cerca la investigación y sus resultados: "Seguimos de cerca el caso y queremos ver a todas las personas involucradas llevadas frente a la justicia", afirmó Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Con respecto a que cinco de los responsables sean condenados a la pena de muerte, el vocero recordó que el secretario general, Antonio Guterres, es "absolutamente contrario" a la aplicación de la pena capital.