INTERNACIONAL
reacciones en medios y empresas chinas

El posible regreso de Google, un tabú que desata nervios y especulaciones en China

Esta semana se conocieron nuevos detalles sobre el presunto plan de la compañía para introducir un buscador censurado. Clima hostil para su vuelta al mayor mercado global.

20180812_1333_internacionales_AP18214610666000
Gigante. Días atrás se filtró un supuesto proyecto de Google para desarrollar una app que acate la censura del Partido Comunista. | ap

Desde Beijing

 

El posible regreso de Google se convirtió en los últimos días en un tema tan caliente como indeseado en la agenda de China. La reciente filtración de un presunto proyecto de la compañía para reingresar al mercado chino, esta vez con un buscador a la medida de la censura del Partido Comunista, mostró que Google aún parece ser una marca “tabú” en este país.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El sitio estadounidense The Intercept reveló detalles ventilados desde adentro de la empresa sobre supuestos planes para desarrollar una app con acceso restringido a los contenidos vetados por el gobierno chino. Es decir, un buscador compatible con el “Gran Cortafuegos”, como se conoce al programa de censura oficial que impide que los chinos busquen información en internet sobre temas que las autoridades consideran sensibles. La intención de Google sería volver al mayor mercado de internautas del mundo, luego de haberlo abandonado ocho años atrás.

Esta semana, el mismo sitio informó que Google ya estaría operando un buscador en chino y con dirección física en Beijing, 265.com, para obtener “muestras” de las tendencias de búsquedas de los usuarios chinos y luego cruzarlas con las “listas negras” gubernamentales de páginas web, con el objetivo de mejorar el desarrollo de la nueva app, que ya tendría nombre: Dragonfly.

PERFIL consultó a Google y recibió la misma respuesta que docenas de medios de todo el mundo: ni confirman ni desmienten. “Proveemos un número de aplicaciones móviles en China como Google Translate y Files Go. También ayudamos a los desarrolladores chinos y tenemos significativas inversiones en compañías chinas, como JD.com. Pero no hacemos comentarios sobre rumores de planes futuros”, dijo un vocero de la compañía.

Por ahora, el gobierno chino guarda silencio sobre los rumores. Aunque sí hubo reacciones de la prensa oficial, cuyos contenidos pasan siempre por el filtro de la censura gubernamental. La cobertura en los medios públicos chinos fue sintomática de los nervios que la “cuestión Google” desata en el ambiente oficial. Primero, un artículo del Securities Times que desmentía el posible regreso de la empresa en base a fuentes de “organismos gubernamentales relevantes”. Después, un comentario en el Global Times y el People’s Daily, diario vocero del Partido, que decía que Google sí es “bienvenido a regresar”, siempre y cuando “cumpla con los requisitos de la ley”.

La columna también calificaba a la empresa como una “marca politizada” y advertía que, aunque el país está dispuesto a abrirse al mundo exterior, “China se apegará a sus leyes para asegurar que las actividades en el ciberespacio sean seguras para la sociedad”. A pesar del tono favorable al gobierno, el comentario fue demasiado lejos: pocas horas después de su publicación, lo borraron de internet.

Es que el posible regreso de Google es un tema políticamente delicado, por no decir una cuestión de la que casi nadie quiere hablar. Este diario envió consultas a veinte académicos expertos en Comunicación de cuatro universidades chinas. Algunos contestaron que prefieren no comentar el asunto en medios extranjeros. Otros ni respondieron. Lo mismo dijeron los voceros de dos de las mayores empresas chinas del sector: “Sin comentarios”.

El que sí se animó a hablar fue Li Yanhong, CEO de Baidu, el buscador web chino que hoy controla el 76% del mercado en el país. Nadie se vería tan perjudicado como él por la vuelta de Google a China. Tras la exclusiva de The Intercept, la cotización de las acciones de Baidu cayó casi un 8%. Por eso Li salió a sacar pecho. “Si Google reingresa en el mercado, nos dará la chance de un ‘PK’ y de ganar una vez más”, publicó en las redes sociales. “PK” es acrónimo de player kill, un término de la jerga de los juegos de rol que se refiere a la muerte de un rival en el escenario virtual.

El supuesto proyecto de Google no solo causó malestar en China. Seis senadores le demócratas y republicanos le enviaron la semana pasada una carta al CEO de la empresa, Sundar Pichai, en la que le reclamaron explicaciones por la posibilidad de que el buscador acate la censura comunista.

En Estados Unidos hay quienes adjudican este giro de Google a sus últimos movimientos gerenciales. En 2015, Sergey Brin, uno de los cofundadores de la compañía, asumió como presidente de Alphabet, sello del que ahora Google es una subsidiaria. Desde entonces, las decisiones sobre el buscador correrían por cuenta de Pichai. A Brin se lo identificaba como el más “ideológico” de los jefes de la empresa y como el artífice de la retirada de China en 2010. Parece que Pichai es más pragmático.