“El punto definitivo en esta cuestión es que
no necesitamos una bomba nuclear”, aseguró
el presidente iraní Mahmud Ahmedinejad, en su discurso ante la Asamblea General de
la ONU, para responder a las críticas del gobierno norteamericano que insiste en que la comunidad
internacional debe aplicar sanciones al país árabe por su programa de enriquecimiento de uranio,
por considerar que tiene "ambiciones atómicas".
Durante una conferencia de prensa con periodistas, el presidente iraní precisó además que,
aparte de no necesitar la bomba, su país tampoco piensa fabricarla.
“No buscamos adquirir la bomba nuclear, que eso quede claro”, declaró.
El 31 de agosto pasado, el gobierno iraní ignoró la exigencia del Consejo de Seguridad de la
ONU de suspender el programa de enriquecimiento de uranio. Una semana después, la diplomacia de la
Unión Europea anunció un acuerdo por el cual Irán postergaría el proyecto por un período de 2
meses, pero el pacto fue desmentido por funcionarios del gobierno del país árabe.
Hasta la fecha Irán sigue negándose a suspender el programa, pero miembros de la
administración aseguraron en varias oportunidades que el diálogo internacional "sigue abierto".
Desbancado. Según la prensa norteamericana, el mandatario iraní perdió su lugar
como el enemigo número 1 de EE.UU, después del discurso del presidente venezolano –y aliado
de Ahmedinejad-
Hugo Chávez ante la Asamblea General, en el que arremetió con todo contra Bush y
lo calificó de “diablo” y “mentiroso”.
“¿Irán? Venezuela asume el liderazgo en la batalla de los discursos”,
tituló esta mañana el diario
New York Times.
“Como una pesadilla recurrente para la administración Bush, el presidente Hugo Chávez
se está moldeando como uno de los líderes más anti-norteamericanos”, comentó el
San Francisco Chronicle.