El candidato conservador a las elecciones legislativas españolas del 9 de marzo, Mariano Rajoy, sacudió este lunes el fantasma de la inmigración en el primer debate televisado que le opuso a su rival, el líder socialista y presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
"Hay que poner orden y control en el fenomeno migratorio, esto no está controlado, es una avalancha", alertó Rajoy, que echó en cara a Zapatero que " no tiene el más mínimo interés de hablar de inmigración". Zapatero contraatacó recordando que hay inmigrantes "fallecidos en las misiones de paz y en los atentados terroristas como el de la T-4".
"¿Deberíamos pedirles que firmen su papel de delincuente potencial a esas personas que a veces mueren por nosotros?" "España es un país de emigrantes, muchos me estarán viendo ahora y les doy un saludo. Debemos tener mucha prudencia con la gente que viene a trabajar con nosotros", reclamó.
"Yo soy gallego", le recordó Rajoy. El candidato conservador estimó preocupante que con Zapatero en el gobierno los extranjeros con permisos de trabajo se han duplicado y han alcanzado los 3,9 millones. Asimismo criticó a su contrincante por la regularización masiva de 2005, que provocó un "efecto llamada" de inmigrantes y por el aumento de presos en las cárceles --también extranjeros-- en un 34%, todo lo cual inquieta a los ciudadanos españoles que utilizan los servicios de sanidad pública o servicios sociales.
Prohibir la regularización masiva por ley, firmar un contrato de integración y expulsar a los extranjeros que delincan son las propuestas del Partido Popular (PP), recordó Rajoy. Por su parte, Zapatero alegó que el actual gobierno ha luchado contra la inmigración ilegal repatriando a más de 200.000 personas y ha establecido acuerdos con los países de origen. Y recordó que en 2004, cuango accedió al gobierno, había un millón de personas sin papeles y que el PP con José María Aznar como presidente del gobierno hizo cinco regularizaciones extraordinaron dando papeles a 500.000 personas.
Fuente: AFP