Paris y Madrid - Política de shock en París contra el
calentamiento global. La alcaldía de la capital francesa
decidió que el smog, el ruido y el caos vehicular pronto formarán parte del pasado de la
ciudad, ya que el alcalde socialista,
Bertrand Delanoe, quiere
reducir el tránsito en un 40 por ciento hasta 2020.
El Consejo Municipal de París aprobó el lunes por la noche el plan de tránsito con
los votos de los partidos de izquierda y fuerte oposición de los neogaullistas. De esta manera los
parisinos deberán usar más la bicicleta, y los que viven en los suburbios, deberán usar más los
transportes de colectivos de pasajeros.
Además, el Consejo Municipal deberá tratar nuevamente el tema después de las audiencias
públicas y las elecciones de 2008. La competidora neogaullista de Delanoe,
Francoise de Panafieu, se refirió por ello a un "simulacro
de una política que se está quedando sin aliento".
Delanoe defiende su plan como medida de tránsito, de salud y de protección del medio
ambiente:
si se eliminaran 800.000 viajes en auto al día, la emisión de gases de efecto invernadero
se reduciría en un 60 por ciento. La medida también tendrá componentes sociales: el
alcalde quiere que los transportes públicos de cercanías no tengan costos para los pobres y
desempleados.
El plan prevé entre otras cosas
350 kilómetros de bicisendas, 60 kilómetros de vías para autobuses, la duplicación de la
recargada línea 13 del metro, una nueva línea de tranvía entre las estaciones de cercanías
de Saint-Lazare y Montparnasse, y una ruta de tranvía circular alrededor de París. Muchas líneas de
metro serán prolongadas hasta los suburbios.
Estrategia española. El otro país que tomará drásticas
medidas en el corto plazo es España. La "
Estrategia Española de Cambio Climático" apuesta por
desarrollar una red ferroviaria de altas prestaciones, por crear "autopistas del
mar" para sustituir el transporte terrestre de mercancías, por
usar vehículos limpios en las flotas de transporte o por
sustituir las calderas domésticas de carbón.
Las iniciativas se recogen en la propuesta del Gobierno, que fija el horizonte de trabajo en
el año 2012 -cuando finaliza el periodo de aplicación del
Protocolo de Kioto- y que fue presentada a los Gobiernos regionales y a los
agentes económicos y sociales representados en el Consejo Nacional del Clima.
La Estrategia aboga también por una arquitectura bioclimática, con soluciones que reduzcan el
consumo, por instalar elementos de iluminación de bajo consumo en las infraestructuras del
transporte y por vehículos limpios en las flotas de transporte urbano, en las de los aeropuertos o
en los parques móviles de las administraciones.
Respecto al vehículo privado, se plantea la necesidad de
promover mayores índices de ocupación de los coches, por ejemplo con más carriles
para los turismos con alta ocupación. Para el sector residencial, el Gobierno incide en mejorar la
eficiencia energética de los edificios, en promocionar las energías renovables y aboga por
sustituir progresivamente las calderas domésticas de carbón hasta su completa desaparición en 2012.
En materia de energía, se persigue que l
os "biocarburantes" supongan el 10 por ciento del combustible que consume el transporte en
2020 y que las energías renovables se sitúen en una situación competitiva frente a los combustibles
fósiles en 2010. La Estrategia constata que durante los últimos cien años la temperatura
global de la Tierra ha aumentado 0,74 grados y que España es un país "muy vulnerable" ante este
cambio.