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“Es cobarde e infame”, la dura reacción del chavismo contra Trump

El gobierno de Maduro fustigó al presidente de Estados Unidos, que había amenazado con un ataque militar a Caracas. Repudio de la región y solidaridad de Morales.

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. | AFP
Con vehemencia, el gobierno de Venezuela contestó ayer la “temeraria amenaza” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había advertido el viernes que no descartaba “una opción militar” contra la República Bolivariana en represalia por su deriva autoritaria. “Pretende arrastrar a América Latina y el Caribe a un conflicto que alteraría permanentemente la estabilidad, la paz y la seguridad de nuestra región”, aseveró el canciller Jorge Arreaza, ex yerno de Hugo Chávez y vocero del mandatario Nicolás Maduro.

Caracas rechazó “de la manera más categórica y contundente las declaraciones inamistosas y hostiles” del jefe de Estado estadounidense. En un pronunciamiento transmitido por el canal estatal VTV, Arreaza llamó a “los miembros de la comunidad internacional a expresar su más clara e inequívoca condena a este peligroso atentado contra la paz y estabilidad del continente”.
“Rechazamos las cobardes, insolentes e infames amenazas de Trump contra la sagrada soberanía de Venezuela”, escribió, por su parte, Delcy Rodríguez, titular de la Asamblea Constituyente, en su cuenta de Twitter. Acto seguido, la Constituyente pidió sancionar a los políticos venezolanos que hayan “promovido la agresión militar, económica y política contra la Patria”. Además, decidió adelantar para octubre las elecciones regionales, para  “responder con votos a las amenazas” contra el país.

El primer funcionario bolivariano en reaccionar había sido el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, quien dijo que Venezuela se defenderá y que la advertencia era “un acto de locura y de supremo extremismo”.

Lo único que logró la amenaza del republicano fue insuflar la retórica antiimperialista de Maduro, aislado política y diplomáticamente tras las controvertidas elecciones constituyentes y la jura de la Asamblea que pretende modificar a la “carta” la Constitución, jugada que fue denunciada por la oposición y el chavismo crítico como un autogolpe de Estado para perpetuarse en el poder.
“Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario”, expresó Trump desde su club de golf en Nueva Jersey, donde se encuentra de vacaciones. Su inesperado exabrupto generó el repudio generalizado del chavismo, como el de buena parte de los gobiernos de la región. El Mercosur, Perú, México y Colombia repudiaron “cualquier amenaza y uso de la fuerza”, mientras que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, instó a utilizar la Carta Democrática de ese organismo para defender la democracia en Venezuela. El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue aún más allá y acusó a todos los críticos de Maduro de estar a favor de un ataque de los Estados Unidos. “Ahora sabe el mundo, quiénes estaban contra Maduro
y sólo buscaban la intervención militar del imperio”, afirmó.

Tensión. La instalación de la Constituyente –desconocida por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la fiscal general destituida Luisa Ortega Díaz, el Mercosur, Estados Unidos, la Unión Europea y una decena de países latinoamericanos– aumentó la crispación en las relaciones entre Caracas y Washington. El Departamento del Tesoro impuso sanciones financieras contra Maduro y una veintena de sus funcionarios y colaboradores por avanzar con el proyecto. El papa Francisco (ver página 38) también pidió que se suspendiera esa iniciativa, que “hipotecaba el futuro” de los venezolanos.
La amenaza de Trump llegó un día después de que Maduro pidiera gestionar una “conversación personal” con su homólogo estadounidense. La Casa Blanca respondió que Trump sólo conversaría con Maduro “tan pronto la democracia sea restaurada en ese país”.

Pence llega a Colombia y Argentina
Horas después de la provocadora advertencia de Donald Trump a Nicolás Maduro, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, iniciará hoy una gira latinoamericana que lo llevará a Colombia, Argentina, Chile y Panamá, la visita de mayor nivel a la región de la nueva administración. “La situación en Venezuela demuestra la división entre el futuro y el pasado de América Latina. Colombia, Argentina, Chile y Panamá representan el futuro, la libertad, la oportunidad, el comercio y el crecimiento, mientras que Venezuela va hacia el pasado de dictaduras y opresión”, declaró una fuente de la Casa Blanca en condición de anonimato. Pence buscará remarcar el interés de Washington por Latinoamérica, y reforzar el esfuerzo multilateral para aislar a Venezuela, inmersa en una profunda crisis económica y con la reciente instauración de una Asamblea Nacional Constituyente que Washington considera “ilegítima”.
“Hemos sido firmes tanto en palabras como en hechos contra el régimen de Maduro, y es importante sumar a otros en la región”, agregó el funcionario.