INTERNACIONAL
SEMANA SANTA

Francisco dirigió la vigilia de una Pascua récord en fieles

El Papa protagonizó la tradicional misa previa al Domingo de Resurrección. Rezó en latín y bautizó a diez personas. El Vaticano espera centenares de miles de peregrinos para hoy.

Bendición. Jorge Bergoglio bautizó personalmente a diez niños y adultos de todo el mundo.
| AP

afp/ap/ansa desde el Vaticano

El papa Francisco encabezó anoche la tradicional celebración de la vigilia pascual, uno de los ritos más antiguos de la liturgia católica. Fue la previa a este Domingo de Resurrección, para el que el Vaticano espera una afluencia récord de cientos de miles de fieles. Durante la ceremonia, Jorge Bergoglio bautizó a diez personas de entre 7 y 58 años oriundas de Italia, Vietnam, Bielorrusia, Senegal, Líbano y Francia.

La Pascua significaba “una cosa muy hermosa, sacar una energía nueva de las raíces de nuestra fe”, dijo Francisco, y pidió “llevar la fe hasta los confines de la Tierra”.

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El rito comenzó con la bendición del fuego: el Pontífice marcó con un punzón el cirio pascual, que lleva una cruz con la primera y la última letra del alfabeto griego y las cifras del año en curso. Al mismo tiempo, Francisco pronunció en latín una antigua oración que reza “Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega”. Luego, dio comienzo a la procesión hacia el altar mayor, encabezada por el diácono que portaba el cirio y conformada por el Papa, miembros del clero y algunos fieles.

Una vez en el altar mayor, y luego de la bendición del Papa, el diácono impregnó el cirio con incienso al tiempo que proclamó el Exultet, el anuncio de la Pascua, al que los fieles atendieron con una vela prendida. Tras el rito del encendido, la marcación y la bendición del cirio, se celebraron la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Bautismal.

La Liturgia de la Palabra consiste en la lectura del libro del Génesis, ayer en francés, del libro del Exodo, en español, y del libro del profeta Ezequiel, en inglés. Luego se procedió a la Liturgia Bautismal, en la que el Papa bautizó a diez catecúmenos (personas que aspiran al bautismo). El más pequeño, un italiano de 7 años, y el mayor, un vietnamita de 58.

Para proceder con el bautismo, el diácono sumergió el cirio pascual en el agua de la pila bautismal. Ese acto de ayer precedió a la misa solemne de hoy, Domingo de Resurrección, en la que el Papa leerá el mensaje pascual en una plaza de San Pedro decorada con miles de flores que obsequiaron floricultores holandeses, según Radio Vaticano.

Además, en esta ceremonia tendrá lugar el canto pascual de la liturgia bizantina, para celebrar que este año el Occidente y el Oriente cristianos celebran la Pascua el mismo día. Por último, Francisco impartirá la tradicional bendición urbi et orbi (para la ciudad y para el mundo) desde la parte central de la basílica de San Pedro.

El viernes, el Papa presidió un vía crucis en el Coliseo romano en el que relacionó la pasión y la muerte de Jesús con las grandes injusticias humanas del siglo XXI. Ante el triple de personas que en años anteriores, Bergoglio siguió el rito de las 14 estaciones concentrado en la oración, desde una terraza situada en la imponente colina del Palatino.

“Jesús, enséñanos que el mal no tendrá la última palabra, sino el amor, la misericordia y el perdón”, exhortó el ex arzobispo de Buenos Aires en una prédica con fuerte contenido social y en la que también llamó a combatir al “dios dinero”.