INTERNACIONAL
INDITA CONDENA

Francisco y la pedofilia en la Iglesia: “¡Con los chicos no se juega!”

El Papa se hizo cargo de “todo el mal” cometido por los “bastantes” sacerdotes que cometieron abusos sexuales de niños. Prometió que el Vaticano no pondrá obstáculos a la Justicia a la hora de aplicarles sanciones a los culpables.

Reunión. El Papa sorprendió con sus palabras, improvisadas y fuera de programa, al recibir a la Oficina Internacional Católica de la Infancia, ONG de la Iglesia Católica.
| AFP

El papa Francisco pidió perdón este viernes a las personas que fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes y prometió que no habrá marcha atrás en la lucha de la Iglesia para proteger a los niños.

“Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que han hecho algunos sacerdotes, bastantes en número, no en comparación con la totalidad, y hacerme cargo de pedir perdón del daño que causaron con los abusos sexuales de los niños. Creo que debemos ser muy fuertes. Con los chicos no se juega”, dijo el papa argentino al recibir en el Vaticano a una delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia, una ONG muy influyente en el mundo del catolicismo que trabaja en todo el mundo con los niños. Las declaraciones, que el Papa improvisó en español, fueron difundidas por Radio Vaticana, la radio oficial de la Ciudad del Vaticano, y dieron rápidamente la vuelta al mundo.

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Ni un paso atrás. “La Iglesia es consciente de este daño; es un daño personal y moral”, aseveró Francisco, y aseguró: “No vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner, al contrario”.

Las palabras fueron sorprendentes porque, por un lado, la Iglesia nunca había admitido tan explícitamente la dimensión y la extensión del problema de la pedofilia en el clero. Y, por otro, hasta ahora no ha habido sanciones a los altos prelados que encubrieron a sacerdotes pedófilos, pese a que hay muchas pruebas en su contra. La ley canónica prevé sanciones en caso de que un obispo sea negligente en el desempeño de sus funciones, pero hasta la fecha ningún obispo ha sido castigado por proteger a un abusador.

Ejemplar es el caso del cardenal Bernard Francis Law, arzobispo de Boston, transferido por Juan Pablo II a Roma, a la Basílica de Santa Maria Maggiore, para evitarle desaventuras con la justicia estadounidense.

Francisco hizo sus declaraciones después de ser objeto de críticas de los grupos de defensa de las víctimas por una supuesta falta de atención sobre el problema. El mes pasado, el Papa nombró a los primeros miembros de una comisión para que lo asesore sobre las mejores prácticas para combatir el abuso sexual en la Iglesia. La mitad de ellos son mujeres, una de ellas es irlandesa, tiene 66 años y fue abusada sexualmente durante años por un sacerdote durante su adolescencia. Su nombre es Marie Collins.

En febrero de 2012, Collins fue invitada al Vaticano a un encuentro con los representantes de 110 conferencias episcopales de todo el mundo y de los superiores de treinta órdenes religiosas para hablar de las violaciones sufridas. Fue la primera vez que una victima habló del problema en un encuentro oficial de la Iglesia Católica, y su testimonio conmovió a los participantes.

“Yo estaba enferma y lejos de mi familia, y me sentí más segura cuando un capellán católico vino a visitarme y a leer conmigo –fue el relato de Marie Collins–; yo pensaba que un sacerdote era el representante de Dios en la Tierra y, de forma automática, debía tener mi confianza y mi respeto. Cuando él empezó a tocarme y a tomar fotografías de las partes más íntimas de mi cuerpo, yo me resistí. Pero me dijo que él era un sacerdote, que no podía actuar mal y que yo era estúpida si pensaba lo contrario. Pero aquello provocó una gran confusión en mi mente: los dedos que abusaban de mi cuerpo en la noche eran los mismos que me ofrecían la sagrada hostia a la mañana siguiente. Han pasado cincuenta años y no lo puedo olvidar. Aquellas visitas nocturnas a mi habitación cambiaron mi vida”.

“Nadie ha hecho más”. En una reciente entrevista al diario italiano Corriere della Sera, el Papa había hablado de la pederastia, destacando que “nadie ha hecho más” que la Iglesia para combatirla.

“La Iglesia es probablemente la única institución pública que ha reaccionado con transparencia y responsabilidad” ante las acusaciones, había declarado el Pontífice, que consideró que “la gran mayoría de los abusos provienen de la familia y del vecindario”.

Desde Ciudad del Vaticano