INTERNACIONAL
LAS VICTIMAS DE AL ASSAD

Gas sarín: la historia del agente químico que desató el bombardeo en Siria

Fue inventado en Alemania en la década de 1930 y desarrollado por grandes potencias. Se produjo en la dictadura de Pinochet y en 1995 una secta japonesa lo utilizó dentro de un subte.

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Niños sirios reciben tratamiento por un presunto ataque químico en una clínica improvisada en la aldea de al-Shifuniya, controlada por los rebeldes, en la región oriental de Ghouta, en las afueras de la capital, Damasco. | AFP

Mientras el presidente de Estados Unidosa festeja el supuesto éxito del bombardeo sobre objetivos militares sirios luego de que Bashar Al Asad utilizara armas químicas contra la población, vuelve al debate el uso del gas sarín, el silencioso método con que habría atacado la población civil en Duma y que le costó la vida a unos 150 civiles.

Se trata de un compuesto químico líquido, que se convierte en segundos en vapor. Es incoloro e inodoro y prácticamente indetectable. Una cantidad del tamaño de la cabeza de un alfiler puede ser fatal en minutos y sus síntomas incluyen dolor de ojos, visión borrosa, problemas respiratorios, náuseas, vómitos y diarrea. Las convulsiones pueden derivar en un fallo respiratorio y la muerte.

Fue inventado en Alemania en la década de 1930, pero nunca se llegó a utilizar en combate durante la Segunda Guerra Mundial. En los años 50, la OTAN lo calificó como un arma química convencional, por lo que muchas potencias lo desarrollaron.

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La dictadura de Augusto Pinochet fue una de las que produjo este tipo de arma química para defenderse de una posible invasión de Perú, según la declaración judicial de un exmiembro de los servicios secretos en 2016. El proyecto, llamado Andrea, estaba a cargo de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile (DINA), dirigida por el bioquímico Eugenio Berríos.

El gas sarín fue utilizado, además, por el gobierno de Irak en 1988 para matar a miles de kurdos en Halabja, y en Japón en 1995 por la secta budista japonesa Aum Shinrikyo (Verdad Suprema), cuyos integrantes abandonaron bolsas con el producto líquido en el metro de Tokio. En el ataque que murieron 12 personas.

Siria habría comenzado a producir este gas en fábricas de pesticidas en 1988, según un informe de los departamentos de Defensa y de Estado de Estados Unidos.

Fue recién en 1993 que se firmó la Convención sobre Armas Químicas de las Naciones Unidas para prohibir la producción y almacenamiento de armas químicas, incluido el sarín, procediendo en los años siguentes a la destrucción total de las reserva de dichas armas.

En octubre de 2002, cerca de cincuenta fundamentalistas chechenos tomaron en Moscú el Teatro Dubrovka. La acción armada terminó con la muerte de 130 personas, entre terroristas y rehenes. Las fuerzas rusas habían vertido un gas que se negaron a identificar en los sistemas de ventilación. Varias teorías aseguran que se trató del mismo compuesto.

En 2017, fue utilizado en la localidad Jan Sheijun, en Siria, asesinando a 100 personas e hiriendo a más de 400, según datos de los "Cascos Blancos". El hecho derivó en el bombardeo de la zona de Shayrat por la Armada de los Estados Unidos bajo la orden de Donald Trump.

Sus antídotos son la atropina y pralidoxima, que deben ser administrados inmediatamente. Además, las víctimas deben empolvarse en talco o harina para contrarrestar sus efectos.