INTERNACIONAL
felipe santa cruz

“Hay una idea de venganza, antes que de justicia”

El presidente de la Orden de Abogados de Brasil alerta sobre los excesos de la Justicia y critica el uso de la delación premiada.

Llanto. Lula, acosado por la Justicia, llora el viernes durante un homenaje de los militantes.
| AFP<br>

Desde Río de Janeiro

El presidente de la Orden de Abogados del estado de Río de Janeiro, Felipe Santa Cruz, es una de las pocas voces discordantes en el coro de representantes de la Justicia brasileña que ensalzan las investigaciones del escándalo de la Petrobras.
Para Santa Cruz, que habló con PERFIL antes de la “conducción coercitiva” aplicada al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para llevarlo a declarar, lo que vive Brasil hoy es “un juicio mediático, celebrado en la televisión y en los diarios. Lo que está pasando nada tiene que ver con las formas y las garantías previstas por la Constitución”.
El representante de los abogados cariocas no tiene dudas de las motivaciones políticas detrás de las investigaciones: “Hay una venganza de una parte de los poderes conservadores, que están usando los tiempos y las modalidades de la agenda mediática para ganar espacio en la sociedad, aprovechándose de una opinión pública
muy receptiva a una idea primitiva de venganza, en lugar de a un principio de justicia”.
“En Brasil está pasando algo muy fuerte y muy grave: se está achicando enormemente el derecho a la defensa y se están ampliando los poderes de los jueces y de la policía mas allá de lo que prevé la ley. La crónica diaria, los acontecimientos del día a día están reescribiendo la Constitución del país a costa de los derechos de defensa del individuo”.
—Eso es particularmente grave con el tema de la prisión preventiva.
—El uso que en la investigación en curso se está haciendo de la prisión preventiva es gravísimo. Es usada como forma de presión para obtener confesiones o delaciones. Hay personas que están presas desde hace un año sin acusaciones probadas.
La sospecha legítima es que no los sueltan porque no acusan a nadie. Es un chantaje que no ayuda a la verdad porque el riesgo, enorme, es que el delator mienta acusando a alguien, y así las hipótesis investigativas se autoconfirman y se basan en mentiras obtenidas bajo chantaje. ¿Qué juicio justo puede surgir de esto? Así se abren las puertas a todo tipo de venganzas. ¿Qué
tiene que ver esto con la búsqueda de la verdad de los hechos? Nada.

 

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La delación premiada, “peligrosísima”

Santa Cruz traza una diferencia entre las investigaciones de Lava Jato y las del Mensalão, las “propinas” distribuidas entre parlamentarios para “comprar” su voto, que llevó a la cárcel a connotadas figuras del PT de Lula, como José Dirceu: la delación premiada. “Es algo ambiguo, completamente fuera de la ley. Es un contrato que el delator firma obteniendo un descuento de pena, o la liberación inmediata en lugar de la prisión preventiva, a cambio de acusar a otra persona. Estaría bien si la ley previera al detalle el uso de esta herramienta, pero no lo hace. Los límites de la delación premiada son sumamente imprecisos. Es una herramienta de investigación importada del sistema judicial de Estados Unidos sin una adaptación a nuestro sistema, que es herencia europea. Es una herramienta discrecional en las manos del juez, una norma imprecisa que otorga al juez un poder completamente arbitrario y que aplasta los derechos de la defensa. Tanto es así que gran parte de la abogacía brasileña se rehúsa a utilizarla porque la considera peligrosísima. La cultura de los abogados brasileños se formó en la resistencia a la dictadura, donde la figura del delator tenía una connotación negativa especifica. Acá en Brasil están surgiendo algunos abogados, muy pocos, que se están construyendo una carrera en el vacío normativo en el cual flota el arma de la delación premiada y se están especializando en el ‘contrato’ entre juez y acusado. O sea: se proponen como mediadores entre el juez y el acusado”.