Apelando cada vez más al descontento generalizado de los estadounidenses, logró arrebatar a Obama
los votos de
uno de los estados clave.
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La ex primera dama y senadora por Nueva York ,Hillary Rodham Clinton, se impuso ante Barack Obama en las primarias demócratas del estado de Pennsylvania.
Los analistas coinciden en afirmar que se trata de una victoria justa teniendo en cuenta los errores del senador por Illinois, que llamó a los habitantes de ese estado gente "amargada y aferrada a las armas y a la religión", prometiendo traer un cambio radical. Las palabras hirieron a muchos votantes que se decantaron por la ex primera dama.
Hillary Clinton, además, estuvo muy presente en ese estado y aprovechó el error de su oponente para sacar partido y los resultados de las primarias demostraron que su labor cayó en saco roto. Ahora, las miradas están puestas en los 15 días por venir, ya que el 6 de mayo próximo se celebrarán las primarias en Carolina del Norte e Indiana.
Con la candidatura de Hillary más firme, se abren nuevos interrogantes. El que más preocupa es cómo quedarán los demócratas luego del nivel de agresión al que se ha llegado durante esta campaña. Una situación que será difícil de recomponer y de la que están sacando partido los republicanos, cuyo candidato es el veterano senador John Mc Cain.
De ese lado, las apuestas giran en torno del hombre o mujer que acompañará a su candidato. Una alta fuente del partido confesó a Perfil.com que todas las fichas están puestas en Mitt Romney, el ex gobernador de Massachussets que se bajó antes de lo previsto de las primarias y que continúa apoyando a Mc Cain.
Lo cierto es que si bien los republicanos no han sido los protagonistas de estas elecciones, están mucho más cohesionados a la hora de presentar una fórmula presidencial.
Con poca ayuda cuentan de su líder, George W. Bush, quien se ha convertido en el Presidente con la mayor desaprobación en 70 años, según una reciente encuesta de Gallup y el diario USA Today. La economía es el motivo del 69 por ciento de desaprobación. Lo curioso es que también es el que ostenta el número uno en apoyo popular: Un 90 por ciento luego de los ataques terroristas a las Torres Gemelas.
Mientras tanto, todas las miradas están puestas en el 6 de mayo, en un momento en el que la "América profunda" vive con preocupación la crisis por las hipotecas y el aumento de los combustibles. Las elecciones han despertado una esperanza en muchos americanos, a lo que apela en todo momento Hillary, quien dijo que "han sido siete largos años en donde necesitamos recuperar el liderazgo y la paz y no tenemos un minuto que perder", remató en su discurso luego de la victoria de Pennsylvania, con su esposo Bill y su hija Chelsea y su madre a su lado.
