INTERNACIONAL
SINGAPUR

Histórica cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte en Singapur

El mundo se pregunta si Trump podrá convencer al Gobierno comunista de Pyongyang de que abandone su programa de armas nucleares.

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Histórica cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte en Singapur | AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un dieron inicio hoy al histórico encuentro bilateral con un apretón de manos en un hotel de la turística isla de Sentosa, Singapur. Ambos líderes ingresaron a las 9 de la mañana (22 horas en Argentina) al salón del hotel Capella por lados opuestos y tomaron asiento en un escenario adornado con banderas de Estados Unidos y Corea del Norte.

Sentados uno al lado de otro, dieron un minuto para que la prensa tomara las fotografías pertinentes. "Tendremos una relación excelente, no tengo dudas", dijo Trump, muy serio a los periodistas, mientras el líder norcoreano sonreía ante las cámaras. "Las viejas prácticas y los prejuicios nos perjudicaron, pero los vencimos a todos y hoy estamos aquí", destacó por su parte Kim, según la traducción en vivo hecha por su intérprete a la prensa.

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Posteriormente, ambos se aprestaron a sostener las conversaciones privadas, que serán solo presenciadas por sus respectivos traductores, y cuya duración se estima en 45 minutos. Al término de las mismas, se incorporarán al diálogo funcionarios de las dos delegaciones. El encuentro es seguido por más de 2.500 periodistas de todo el mundo.

En todo el mundo se espera con expectación el resultado de las conversaciones, que finalmente tendrán lugar tras semanas de idas y vueltas. La principal incógnita es si Trump podrá convencer al Gobierno comunista de Pyongyang de que abandone su programa de armas nucleares.

Trump embistió el lunes a través de su cuenta Twitter contra quienes se oponen a la histórica reunión que sostendrá en breve con el líder norcoreano Kim Jong-un en Singapur. "El hecho de que vaya a sostener una reunión es una gran pérdida para los Estados Unidos, dicen los que odian y los que pierden. Tenemos nuestros rehenes, pruebas, investigaciones y todos los lanzamientos de misiles se han detenido, y estos críticos, que me han catalogado mal desde el principio, ¡no tienen nada más que decir! ¡Estaremos bien!", escribió el presidente en Twitter.

Trump y Kim llegaron a la ciudad-estado de Singapur el domingo, pero prácticamente no hicieron declaraciones públicas. El estadounidense tuiteó el lunes temprano: "¡Es genial estar en Singapur, el entusiasmo está en el aire!". Posteriormente se reunió con el primer ministro del país anfitrión, Lee Hsien Loong.

Entre tanto Kim, cuyo hotel se encuentra muy cerca del de Trump, no apareció en público el luens, pero el domingo había hecho un paseo nocturno por la ciudad. También se había reunido con Lee mientras delegaciones de ambos países estuvieron reunidas ultimando los detalles, encabezadas por Sung Kim, actual embajador estadounidense en Filipinas y que lo fue antes en Corea del Sur, y por el viceministro del Exterior norcoreano, Choe Son-hui.

Se trata de la primera cumbre de este tipo en la historia de ambos países y hasta hace unos meses parecía inconcebible por las críticas e insultos mutuos que se habían intercambiado Kim y Trump. El mandatario norteamericano se mostró muy optimista sobre el resultado y dejó entrever que está abierto a que Corea del Norte se beneficie de las inversiones extranjeras, pero las sanciones se levantarán sólo cuando el país dé los pasos hacia la completa desnuclearización y se puedan verificar. "Estados Unidos ya ha sido engañado antes" y eso no volverá a ocurrir, dijo.

En tanto, Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, dejó abierta la posibilidad de retirar las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur. Aunque al principio dijo que no daría detalles sobre las negociaciones, después añadió que Estados Unidos estaba dispuesto a tomar medidas sin precedentes que ninguna Administración anterior estuvo dispuesta a asumir.

Para Kim Jong-un, cuyo país se encuentra aislado internacionalmente, la mera celebración de la cumbre es un éxito diplomático y también es la primera vez que realiza un viaje tan largo al extranjero. Sin embargo, expertos en asuntos internacionales recomendar no tener grandes expectativas, sobre todo porque la idea que tienen ambas partes sobre la "desnuclearización" es muy diferente, es decir en qué consiste exactamente el desarme atómico y a qué ritmo debe llevarse a cabo.

En la reunión también se hablará seguramente del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas partes. Hasta ahora no tienen embajadores ni embajadas en el otro país. Otro tema será la firma de un tratado de paz entre Corea del Norte y Corea del Sur, que siguen técnicamente en guerra ya que al final de la contienda hace más de seis décadas sólo firmaron un armisticio.

Kim está interesado sobre todo en que se levanten las sanciones económicas que afectan gravemente a su país. Pompeo dejó claro una vez más que su país aspira a "la completa, verificable e irreversible desnuclearización de la península coreana".

Ambas partes intercambiarán puntos de vista sobre el establecimiento de nuevas relaciones bilaterales, así como "el tema de construir un mecanismo permanente y duradero de mantenimiento de la paz en la península coreana" y de "llevar a cabo la desnuclearización de la península coreana", aseguró la agencia oficial KCNA.

INALCANZABLE. El profesor de ciencias políticas estadounidense y experto en Corea del Norte Bruce Cumings cree por el contrario que la completa desnuclearización norcoreana no es un objetivo alcanzable. En su opinión sería ya un éxito que en la cumbre se consiguiera una moratoria de las pruebas con misiles y armas atómicas, o que Corea del Norte firmada el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. "Pero nunca sabremos si podemos registrar cada arma nuclear que haya", dijo Cumings citado por la agencia dpa. Por eso considera que no se debe emplear el término "desnuclearización".

ESPERANZA SURCOREANA. Por su parte, el presidente surcoreano Moon Jae-dong expresó su confianza en el éxito de la cumbre pero recordó "la enemistad profundamente enraizada" con Corea del Norte. Esta situación y el programa atómico no se pueden resolver por completo de una vez. "Incluso después de que ambos pongan en marcha un diálogo necesitaremos seguramente un largo proceso, que requerirá de uno, dos o quizás más años", dijo Moon.