Un ex diputado dice que el Presidente derrocha dinero público. Afirma que gasta casi un millón de
dólares al día.
El detalle.
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La oposición de Venezuela acusó al presidente Hugo Chávez de derrochar 218 millones de bolívares (cerca de 30 millones de dólares) en presuntos gastos particulares, como alimentos y bebidas, prendas de vestir, lavandería y tintorería, teléfonos, seguridad, y el consumo de electricidad en su despacho.
Carlos Berrizbeitia, dirigente de Proyecto Venezuela, ex diputado de la Asamblea Nacional (AN), y uno de los opositores más fervientes de Chávez, desmenuzó el presupuesto que presuntamente utilizaría el mandatario.
El ex diputado afirma que Chávez gasta más que nada en sus viajes al exterior, que ya suman recorridos por 170 países. En declaraciones al diario Versión Final, afirma que durante 2007 el Estado de Venezuela gastó siete millones de bolívares fuertes (900 millones de dólares) en viajes presidenciales.
En alimentos y bebidas gastaría, según el ex legislador, 600 millones de bolívares al año (90 millones de dólares). En prendas de vestir para la familia presidencial se irían casi 100 millones de bolívares. También lo acusan de despilfarrar en lavandería y tintorería.
Además, Chávez gastaría mucho dinero en mantener su hábito de lectura. “El mandatario nacional gasta más en su hábito de lectura lo que un trabajador con salario mínimo percibe por año”, dice Berrizbeitia.
Chávez gastaría mucho dinero en seguridad personal, cerca de 12 millones de bolívares fuertes por año (1.600 millones de dólares) en cuidar su persona, según lo que señala el ex diputado.
“El uso de los teléfonos celulares y telefonía local es equivalente a los recursos destinados por el Ministerio de Salud para equipar los hospitales de Caracas que tengan el servicio de maternidad. El costo de los recibos de teléfono de Miraflores es el equivalente aproximado a 26 mil barriles de petróleo”, dice el dirigente del partido opositor.
Según sus palabras, Chávez también destinaría gran cantidad del presupuesto a mantener en orden su despacho. Señala que remodelar su lugar de trabajo le costó la cifra equivalente a “la construcción de 100 viviendas”.
