INTERNACIONAL
PREPARATIVOS

Huracán Ike: "Houston, estamos en problemas"

Ante la llegada del fenómeno meteorológico los habitantes de la ciudad realizaron una evacuación masiva.

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| La gente prepara sus casas para recibir a Ike

Los habitantes de Houston, cuarta ciudad de Estados Unidos, iniciaron este jueves una evacuación en masa ante la llegada el viernes a las costas de Texas (sur) del huracán Ike, que ya golpeó duramente el Caribe, donde dejó una estela de destrucción y muerte. El gobernador de Texas, Rick Perry, alertó a la población del peligro inminente: "Mi mensaje a los texanos (que viven) en la zona del impacto prevista es este: terminen sus preparativos porque Ike es peligroso y está en camino", advirtió.

Luego de haber provocado más de un centenar de muertos en el Caribe, el huracán estaba a las 21H00 GMT encima del Golfo de México, a unos 645 km de Gavelston, la ciudad costera más cercana a Houston, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami. Ike debería tocar la costa en el sur de Gavelston a partir del viernes por la noche, pero el estado del tiempo debería empeorar antes, según los pronósticos.

Las carreteras y puentes estaban congestionados por decenas de miles de vehículos y las autoridades del condado de Harris, donde se encuentra parte de la urbe texana, anunciaron haber iniciado a las 17H00 GMT las evacuaciones de los barrios inundables, donde viven 250.000 personas, comenzando por las personas más vulnerables, mayores, enfermas o discapacitadas. "Hemos enviado, y seguimos enviando (aviones militares) C-130 y ambulancias", y "hemos enviado 1.350 autobuses hacia la región", detalló una de las altas autoridades ejecutivas de Texas, el teniente gobernador David Dewhurst, al ser entrevistado en CNN.

El presidente George W. Bush, quien decretó el estado de emergencia en Texas, se reunió con el secretario de Seguridad Interior, David Chertoff, y el director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) David Paulison, así como con el gobernador de Texas. "Fue informado sobre el itinerario y la fuerza del ciclón, que debería ser muy importante", declaró la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino. Houston es una ciudad de 2,2 millones de habitantes con una zona metropolitana de 5,6 millones. En la ciudad se encuentra el centro de control de la Nasa, que cerró el jueves y no retomará sus actividades hasta que pase el huracán.

Las actividades de control de vuelos estaban aseguradas por equipos en Austin (Texas) y Huntsville (Alabama, sur), precisó la Nasa en un comunicado. Por el momento, se trata de un huracán de categoría 2, en la escala Saffir-Simpson con máximo en 5, con vientos de 160 km/h, pero se espera se intensifique en las próximas horas y podría alcanzar fuerza de categoría 3, y sus vientos deberían soplar a más de 190 km/h al llegar a Texas. "No esperábamos que llegue tan cerca de nosotros", dijo Joe Steinebaker, encargado de comunicación del condado de Harris, quien advirtió que el huracán podría crear olas de hasta cinco metros de alto en Galveston. Eso podría ser "catastrófico" para ciertos habitantes, dijo, y agregó: "queremos que esa gente de vaya". "Esto casi podría ser como un tsunami", advirtió Dewhurst.

Algunas personas, sin embargo se opusieron a la orden de evacuación, como Leslie LeGrande, habitante de Galveston, que explica que "salvo que se ponga realmente mal, no vamos a ninguna parte". Su vecina, Cecilia Padnos, espera que Ike dé un giro de último minuto. Durante el paso de Rita en 2005, tuvo que desplazarse pero el huracán pasó por otro lado. Si los directores del puerto petrolero de Corpus Christi, mucho más al sur, dudaban en evacuar, la producción de petróleo y de gas en el Golfo de México fue casi totalmente interrumpida ante la llegada del huracán, a pesar de que "las previsiones actuales muestran que (Ike) no afectará la mayor parte de las instalaciones petroleras y gasíferas del Golfo", anunció el departamento de Energía en un comunicado. Ike avanza hacia la costa estadounidense luego de dejar un centenar de muertos en Haití y gran destrucción en áreas rurales, y otros cinco muertos en Cuba, donde más de 200.000 viviendas fueron destruidas.