Teherán - El guía supremo iraní,
el ayatollah Ali Khamenei, afirmó ayer que Irán no renunciará a su programa nuclear
pese a las sanciones impuestas por la ONU, al tiempo que
un alto militar amenazó con cortar la ruta de petróleo para ejercer "presión en la economía
europea y estadounidense", en caso de que continúe la coacción a Teherán.
"El pueblo iraní no renunciará a su derecho (nuclear) y los responsables del país no pueden
renunciar a los derechos del pueblo", declaró el ayatollah Khamenei en Teherán, ante
centenares de ciudadanos llegados de la ciudad santa chiíta de Qom.
En su opinión, el dominio iraní de la tecnología nuclear tiene que ser
"una fuente de orgullo para todos los países musulmanes".
El guía supremo parecía encontrarse en buen estado de salud pese a los rumores de su muerte
difundidos por una página web neoconservadora de Estados Unidos.
El pasado
23 de diciembre, el
Consejo de Seguridad de la ONU votó una resolución imponiendo sanciones contra los
programas nuclear y balístico de Irán, después de que la República islámica rechazara suspender sus
actividades de enriquecimiento de uranio.
Mientras tanto,
Teherán mantiene que su programa nuclear es puramente pacífico.
Khamenei también llamó a los países islámicos a apoyar el programa nuclear de Irán frente a
las grandes potencias. "Los responsables de los países islámicos deben saber que el poder de la
República Islámica significa también su propio poder", dijo.
El guía iraní advirtió a los gobiernos árabes frente a la "trampa" tendida por "Estados
Unidos que, junto a Gran Bretaña y algunos países árabes, quieren crear un frente contra
la República Islámica de Irán".
Añadió que "una alianza con estos dos gobiernos sucios y maléficos" era "un error político
por parte de los países islámicos".
No precisó a qué países se refería, pero en las últimas semanas, algunos responsables
religiosos y políticos, especialmente en
Arabia Saudita, se mostraron inquietos por la influencia del Irán chiíta sobre
Irak.
Por otro lado,
un militar de alto rango iraní afirmó que Teherán podría cortar la ruta del petróleo en
caso de que las grandes potencias ejercieran presiones suplementarias.
"La posición de Irán, que domina
el estrecho de Ormuz, punto de paso del 40% de la energía del mundo, hace que
nuestro país sea tan poderoso que controle la seguridad energética del mundo", declaró el
comandante Majid Mir-Ahmadi, número dos del cuerpo de Bassidj (milicia islámica), citado por la
agencia semi-oficial Fars.
"En consecuencia, nosotros podemos ejercer una presión sobre las economías europea y
estadounidense idéntica a la que ellos ejercen sobre nosotros", declaró.
Una gran parte del petróleo producido entre los países del Golfo transita por el estrecho
de Ormuz.