INTERNACIONAL
tension en la peninsula coreana

La amenaza nuclear desafía a las potencias

Pyongyang sube la apuesta y aumenta el peligro. Estados Unidos presiona a China para que controle a Kim. Cuál es el rol de Rusia. El temor a una escalada en Medio Oriente.

Riesgo. Kim Jong-un, líder militar.
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En su último discurso ante la Cámara de los Comunes, en 1955, Winston Churchill defendió la teoría de la disuasión nuclear. “La seguridad será la hija empecinada del terror, y la supervivencia, la hermana gemela de la aniquilación”, vaticinó el premier británico, aunque se encargó de aclarar que la teoría “no incluye el caso de lunáticos o dictadores”.

Las palabras de Churchill tienen vigencia para los líderes de las potencias nucleares, en cuyas estrategias sigue operando la lógica de la disuasión heredada de la Guerra Fría. Según esta teoría, el temor de los gobiernos a un holocausto mundial en caso de guerra atómica reduce las probabilidades de que estalle un conflicto bélico. Si todos están armados con ojivas nucleares hasta los dientes, nadie se animará a tirar la primera bomba.

La pregunta para las potencias es si, cuando Corea del Norte alcance el arma nuclear, su joven líder Kim Jong-un se comportará o no como la clase de lunático de la que hablaba Churchill. El Financial Times alertó esta semana: “Si hay un Estado que puede desafiar la lógica de la disuasión nuclear, es el de Kim”.

Pyonyang llevó a cabo tres ensayos nucleares subterráneos, el último de ellos en febrero. También realizó pruebas de misiles balísticos. Sin embargo, se cree que aún no logró perfeccionar ambas tecnologías en conjunto. De acuerdo con estimaciones de la Federación de Científicos Americanos (FAS), el régimen norcoreano tendría plutonio suficiente para diez ojivas, pero aún le faltaría desarrollar la técnica para dispararlas a larga distancia.

Mientras Corea del Norte avanza en su programa nuclear, las amenazas de Kim ponen a prueba las distintas posturas de los países que poseen la bomba. La mayor diferencia radica en torno a las conversaciones a seis bandas –con las dos Coreas, los Estados Unidos, China, Rusia y Japón– sobre la cuestión nuclear, congeladas desde 2008.

Washington condiciona su participación a que Pyongyang abandone su retórica belicista y exprese su compromiso con la desnuclearización. Al mismo tiempo, la Casa Blanca exige a China que asuma una responsabilidad mayor en la desnuclearización de la Península. A diferencia de los Estados Unidos, Beijing –al igual que Rusia– afirma que la reanudación de las conversaciones es la única forma de garantizar “una paz y estabilidad duraderas”. Mientras tanto, el gobierno chino no presiona a Corea del Norte por su plan nuclear tanto como Washington quisiera.

Otros actores nucleares entran en el juego. Israel vinculó el tema a su enfrentamiento con Irán. Su canciller declaró que “el régimen norcoreano obtuvo armas nucleares hace poco y ya es una amenaza significativa, lo que demuestra las ramificaciones para Israel y Medio Oriente si Irán consigue armas nucleares”.

A su vez, Teherán y Pyongyang firmaron en 2012 un acuerdo de cooperación científica que levantó sospechas en los Estados Unidos acerca de si ambos países están compartiendo su “know-how” nuclear. El régimen norcoreano ya incurrió en operaciones de ese tipo en los noventa, cuando obtuvo tecnología de otro país atómico: Pakistán. El científico pakistaní Abdul Qadeer Khan, padre del programa nuclear de su país, también fue el impulsor del programa de desarrollo norcoreano.

Con Kim intentando perfeccionar su arsenal, la advertencia de Churchill cobra actualidad.

 

Evacuación de embajadas y prueba de misiles

El gobierno de Corea del Norte recomendó a todas las embajadas extranjeras en Pyongyang que evacúen a su personal ya que la seguridad de las delegaciones diplomáticas no estará garantizada en caso de conflicto bélico. Así lo reveló el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, quien afirmó que “la propuesta ha llegado a las embajadas que existen en la capital norcoreana y estamos intentando aclarar la situación”.

La embajada rusa es precisamente una de las pocas misiones diplomáticas extranjeras acreditadas ante el régimen comunista del Norte.

La noticia coincide con informaciones que circularon ayer desde Seúl acerca de que Corea del Norte  desplegó dos misiles de mediano alcance Musudan, cuyo rango se estima en unos 4 mil kilómetros, en lanzaderas móviles escondidas en la costa este. El ministro surcoreano de Defensa, Kim Kwan-jin, había declarado que el Sur tenía conocimiento de esos movimientos pero desconoce si se trata de una preparación militar.