La Asamblea Constituyente se otorga el poder de legislar

La situación en Venezuela no cesa de ofrecer circunstancias que cuestionan la ética del gobierno. Ayer, la Asamblea Constituyente se autootorgó el derecho de legislar sobre las materias dirigidas directamente a “garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico y financiero, los bienes del Estado y la preeminencia de los derechos de los venezolanos”, según el decreto.
A la sesión en la que produjo la resolución no asistió ningún miembro del Parlamento, de amplia mayoría opositora.

Groseros intereses imperiales. La presidenta de la Constituyente, Delcy Rodríguez, dijo que la oposición que domina la Asamblea Nacional está a favor de los “más oscuros y groseros intereses imperiales” y llevó al país la violencia en las protestas contra el gobierno, que entre abril y julio dejaron 123 muertos, con el propósito de derrocar al presidente Nicolás Maduro.

Parlamento. En una carta abierta, la junta directiva del Parlamento reiteró que desconoce “la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, sus mandatos y todos los actos emanados de la misma”.
“No compareceremos ante la mentira constituyente. No estamos obligados a hacerlo”, anunció el bloque opositor.
El jefe de la bancada opositora fue quien asumió la voz de toda la oposición: “Razones para no asistir son evidentes: violan la Constitución nacional, atravesamos la peor crisis socioeconómica y secuestran derechos políticos. No compareceremos ante un fraude que pasa por encima del pueblo y sólo pretende destruir la Constitución de 1999 que ya ratificamos en 2007”, escribió en su cuenta de Twitter.

Mentira. Además, González hizo pública una carta de los diputados al pueblo venezolano, a la comunidad internacional y al presidente Maduro, en la cual denuncia que se pretende “someter al pueblo a una mentira constituyente, a la simulación de un nuevo momento fundacional con el único objeto de destruir la Constitución de 1999, que además el pueblo ratificó en 2007, para perpetuar una dictadura”.

“No significa diluir el Congreso”. El constituyente y dirigente oficialista Diosdado Cabello descartó que la medida represente la disolución del Congreso y dijo a la prensa que los congresistas opositores podrán seguir reuniéndose en el palacio legislativo, pero precisó que para estar en esa instalación deberán solicitar “autorización” a Rodríguez.
“Ellos podrán cerrar la Asamblea a la fuerza, pero no tienen la facultad de disolver la Asamblea Nacional”, expresó el diputado Jorge Millán, quien consideró el decreto como la “continuación del golpe de Estado”.
Lo cierto es que la medida de ayer pone en cuestión el tema de los derechos democráticos, en un país cuya crisis política no deja de producir muertos y que cuenta con la amenaza concreta de Donald Trump de intervenir de un momento a otro.