INTERNACIONAL

La duquesa de Alba podría ser coronada reina de Escocia

La posibilidad de que Escocia alcance su independencia, según lo que se vote el próximo 18 de septiembre, abre un nuevo interrogante.

La duquesa de Alba con su tercer marido, Alfonso Diez
La duquesa de Alba con su tercer marido, Alfonso Diez | Cedoc

La posibilidad de que Escocia alcance su independencia del Reino Unido hizo preguntarse a sus ciudadanos si sería bueno instalar una monarquía: ¿Podrá permanecer Isabel II como Reina de Escocia? Si en una Escocia independiente no hubiera lugar para la Casa Windsor,¿quién ocuparía el trono escocés?

 

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El primer ministro de Escocia, Alex Salmond, aseguró, en varias ocasiones, que si los escoceses deciden en próximo 18 de septiembre que su país sea independiente del Reino Unido, la reina Isabel seguiría siendo Reina de Escocia. Sin embargo, la reina está obligada constitucionalmente a seguir el consejo del primer ministro en caso de presentarse la oportunidad de ser reina de dos países, y David Cameron, el actual premier, se mostró claramente opuesto a la independencia de Escocia.

 

En la búsqueda de sus orígenes reales, Escocia descubrió con sorpresa al curioso personaje que podría ser su Reina: Doña Cayetana Fitz James Stuart y Silva, XVIII Duquesa de Alba de Tormes y de Berwick -descendiente de James II, el último Rey de Escocia antes de la creación del Reino Unido- a quien el diario The Telegraph define como “una billonaria que podría financiar ella sola el primer presupuesto de la independencia”.

 

La prensa inglesa ahondó esta semana en la curiosa figura de la duquesa de 87 años, la mujer que más títulos y "Grandezas" atesora entre la aristocracia española y cuya popularidad es solo comparable con la de la Familia Real española.

 

“Se dice que la Duquesa de Alba es uno de los dos principales contendientes de la dinastía Estuardo, cuyos reyes escoceses transformaron el país durante su época en el poder”, anunciaba el Daily Express. “Es la persona con más títulos del mundo", explica Peter Oborne, el principal cronista político del Telegraph, “y también tiene un apellido novelesco y crucial, Estuardo, que demuestra algo: su árbol genealógico llega hasta la extraordinaria dinastía escocesa”.

La Casa de Estuardo gobernó Escocia desde 1371 hasta 1603 y también ocupó el trono de Inglaterra, Gales e Irlanda durante el siglo XVII. El último monarca de la Casa de Estuardo fue la reina Ana, que murió sin descendencia en 1714 y legó el trono a su primo, Jorge de Hannover, quien unificó las coronas de Inglaterra y Escocia mientras otros parientes católicos peleaban por obtener el poder.

James II, el último en utilizar el título de Rey de Escocia, huyó a Francia, donde fue recibido por Luis XIV y fue padre de James Fitz-James, hijo bastardo de una de sus muchas amantes, Arabella Churchill. De James Fitz-James (1670-1734), casado con una aristócrata española descendiente de Cristóbal Colón, desciende la ilustre Cayetana de Alba.

Mientras tanto, la rama legítima de la Casa de Estuardo se extendió hasta hoy en la persona de Franz, duque de Baviera, descendiente de Henrietta Estuardo, la hija menor del rey Carlos I de Inglaterra y Escocia. El duque, de 81 años, que tiene menos legitimidad que la duquesa de Alba y nunca mostró interés en reclamar la corona escocesa, se rió cuando se planteó la posibilidad de ser el futuro rey escocés.

Descendiente de Cristóbal Colón, doña Cayetana de Alba ostenta privilegios aristocráticos muy antiguos y aun mayores que los del propio rey español: la duquesa tiene, por ejemplo, el derecho único entre los católicos de no tener que hacer una reverencia ante el Papa y el de entrar en la Catedral de Sevilla a caballo, si se le antoja.

Doña Cayetana fue guardiana hasta 2011 un patrimonio familiar de 3.500 millones de euros que incluye decenas de castillos, palacios, terrenos agrícolas repartidos por toda España, acciones, obras de arte, mansiones y joyas de valor casi incalculable. Por eso Peter Oborne, con ironía, escribió en el Daily Telegraph que la duquesa posee una fortuna con la que, en caso de ser coronada, podría rescatar financieramente al gobierno de Escocia.

La noble y querida española ostenta, además, 45 títulos nobiliarios (duquesa, condesa, marquesa, etc.) y 14 Grandezas de España, entre muchos otros títulos históricos, de una familia que remonta su origen al siglo XIV, por lo que el título de “Reina de Escocia” sería, tal vez, el más deslumbrante de su lujosa y casi infinita colección.