INTERNACIONAL

La Iglesia chilena pide perdón por casos de abuso sexual

Un obispo admitió que "no quiso ver el daño" cuando denunciaron a un cardenal.

El obispo emérito de la capital chilena, Francisco Javier Errázuriz, admitió ante El Mercurio que no investigaron en su momento las denuncias de abuso sexual.
| Terra Chile.

El obispo emérito de la capital chilena, Francisco Javier Errázuriz, pidió perdón a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote chileno Fernando Karadima, y reconoció "la falta de reacción" de su parte tras las denuncias, en una entrevista a un medio local.

"Me ha estremecido el sufrimiento de ellos; es muy doloroso verlos hablar de estos temas o leer sus testimonios. Por el sufrimiento que les causé sin quererlo, yo, de verdad, les pido perdón", dijo Errázuriz este domingo al diario El Mercurio.

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"Pensé que en nombre de la Iglesia, quienes tenían que pedir perdón eran el presidente de la Conferencia Episcopal, o el arzobispo de Santiago o toda la asamblea de la Conferencia Episcopal, y lo han hecho, y a eso adhiero con todo el alma", agregó.

Asimismo, reconoció no haber actuado a tiempo cuando recibió en 2003 y 2006 -mientras era arzobispo de Santiago- las dos primeras denuncias de abuso sexual contra Karadima, un influyente sacerdote de la iglesia chilena, debido a que debía tener la "seguridad" de que las acusaciones eran "verosímiles".

Las denuncias contra Karadima por abuso sexual a menores fueron efectuadas por cinco hombres, quienes afirman que los hechos ocurrieron cuando eran niños, en un momento en que Karadima, hoy de 80 años, efectuaba una misión en una influyente Iglesia de un barrio exclusivo de Santiago.

Errázuriz envió la información sobre las denuncias en 2010 al Vaticano, que tras una investigación, declaró a Karadima culpable de abusos sexuales a menores en febrero pasado y lo sentenció a "retirarse a una vida de oración y de penitencia, también en reparación de las víctimas de sus abusos".

El pasado 8 de abril, la Conferencia Episcopal de Chile también pidió perdón "por el mal ejemplo dado por algunos de sus ministros" y no haber "reaccionado con prontitud y eficacia ante las denuncias".

El caso causó revuelo en Chile, un país en donde la Iglesia Católica tiene una alta influencia. Un 80% de la población chilena adhiere a esta religión. Una veintena de sacerdotes chilenos han estado vinculados a casos de pederastia en los últimos años y cinco de ellos han sido condenados judicialmente, según datos de la Iglesia.

Por su lado, el arzobispo de Santiago, el monseñor Ricardo Ezzati manifestó que "le parece muy bien lo que ha dicho el cardenal, sus declaraciones largas a El Mercurio creo que son justamente la manifestación de lo que hemos ido diciendo también a lo largo de estos días. Yo creo el reportaje del cardenal puede ser un punto muy importante para comprender lo que hemos vivido y lo que estamos viviendo".

Fuente: AFP.